Fotografía cubierta: Capear
Figura Origami: Óscar Cardeñosa
Correctoras: Adriana Bañares Camacho & MJ Romero
Editorial: Origami
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ENTREVISTA A PEPE PEREZA
ENTREVISTADOR: JOSÉ PÉREZ GIL
Relatos del humo (y hachís) ¿De dónde viene el título?
En un principio el título es lo que parece, una referencia al acto de fumar. En todos los relatos que contiene el libro se fuma, además, hay una necesidad de hacerlo, pero esto no tiene mayor relevancia y su cometido es simplemente el de un attrezzo, un fino hilo que hilvana de forma poco consistente todas las historias. El verdadero motivo del título es un intento de analogía con lo efímero de la vida. Al igual que el humo, que permanece sólo un breve instante y luego se desvanece, con los acontecimientos de la vida pasa lo mismo, estos permanecen mientras se desarrollan luego se esfuman y desaparecen, con suerte guardamos un recuerdo en la memoria, pero nada más.
¿Qué cuenta tu libro?
Literalmente cuenta 18 historias. 8 son autobiográficas, 6 son una mezcla de realidad y ficción, y las 4 que quedan son pura ficción. En cuanto al contenido de las éstas no me apetece hacer breves resúmenes ni anticipar hechos, prefiero que la gente lea el libro y sean ellos mismos quienes descubran esas historias. Lo que sí diré es que este es un libro de soledades. Sin duda, la soledad es el motor que pone en funcionamiento la trama de las historias. Soy un solitario empedernido, lo he sido desde niño, por eso resulta evidente que si la mitad del libro es autobiográfico, la soledad debe quedar plasmada en la mayoría de las páginas de una manera u otra.
Eso suena un poco aburrido.
Para mí la soledad no es una carga, más bien un privilegio, disfruto plenamente de la soledad. Estando en soledad es cuando puedo escribir, que es lo que más me satisface. En cuanto a las historias del libro, no creo que sean aburridas pero no voy a ser yo quien las defienda, soy de la opinión que un texto debe defenderse por sí mismo.
¿Qué aporta tu libro a la literatura?
Supongo que nada nuevo. Todo está contado de cien mil maneras diferentes. En todo caso, mi aportación sería la de mi propio estilo y mi forma particular de ver la vida. Aunque me temo que eso también estará narrado de alguna manera.
Entonces ¿Por qué escribir algo que ya está dicho?
Eso me lo dices a mí o a la totalidad de creadores del planeta. El que escribe es porque no le queda más remedio, sino en vez de escribiendo estaría por ahí divirtiéndose con alguien. Escribir, pintar, esculpir, interpretar… la creación en sí es la necesidad básica de todo artista. No es algo que se escoja, todo lo contrario, el arte elige al artista y lo condena de por vida a crear.
Por lo que dices, el arte está en los genes de ciertas personas y por eso vienen a este mundo predestinados a ser artistas.
Esa es mi opinión.
O sea, que el artista nace y no se hace.
Nace y termina haciéndose según crece y perfecciona su arte.
¿Qué más puedes contar de tu libro?
Que está escrito con honestidad, respeto y pasión.
Antes decías que tu aportación a la literatura era tu propio estilo y tu forma particular de ver la vida ¿Qué tienes que decir de tu estilo?
Para mí es importante aplicar el método: Menos es más. Si puedo contar algo con dos palabras en vez de con tres, entonces elijo esa opción. También presto mucha atención a los personajes. Hasta que no sé claramente cómo es el personaje con el que voy a trabajar no escribo ni una línea. La mayoría de las veces elaboro un antes y un después de su vida que no tienen porqué quedar plasmados en la narración, pero que a mí me sirve para conocer más a fondo a ese personaje, de esta forma puedo ir contando al lector como es él (o ella) a través de la acción, sin tener que recurrir a una descripción física de éste. Siempre he pensado que las descripciones, por muy bien escritas que estén, terminan ralentizando la acción. Por eso nunca hago descripciones de mis personajes, prefiero darlos a conocer según sus actos y palabras. Que más me da a mí que tal o cuál personaje sea alto o bajo, rubio o moreno, que se ocupe el lector de aportar esas cosas.
Ya que hablas del lector ¿A qué tipo de lector está dirigido tu libro?
Yo no escribo pensando en el lector. Sin embargo, cuantos más sean mejor para que el editor recupere su dinero y pueda publicar a otros escritores.
Según tengo entendido la editorial Origami sólo publicaba poesía.
Sí, hasta ahora ha sido así. No obstante han decidido apuntarse a la prosa y abrir una nueva sección para dar cobijo a gente como yo o como José Ángel Barrueco, que publicará en breve en esta misma casa. Para mí es todo un honor (también una gran responsabilidad) inaugurar la sección de prosa con mi libro. Les estoy muy agradecido a los editores Antonio Huerta y Ana Patricia Moya. Esta última junto con el escritor Vicente Muñoz Álvarez fueron los primeros en apostar por mí y darme su apoyo y confianza. Cosa que siempre recordaré y por la cual les estaré eternamente agradecido. Aprovecho para dar las gracias al poeta y narrador David González que ha tenido el detalle de escribir el prólogo y darle categoría al libro con su genial contribución.
David González es un buen aval.
Sin duda el mejor. Si hay justicia en este mundo, algún día David González será reconocido como uno de los mejores poetas que ha dado este planeta.
David González en su prólogo compara tu estilo con algunos escritores como Bukowski, Raymond Carver o Hubert Selby jr ¿Qué tienes que decir?
Justamente cita a tres de mis escritores favoritos, junto con John Fante y Hunter S. Thompson son los pilares fundamentales de la literatura que más me llega. Pero con todo el respeto para mi amigo David, tengo que decirle que esos escritores me quedan muy grandes, tanto que hablar de ello me hace sonrojar.
No te molesta que por ahí te metan en el grupo de escritores sucios y malditos, en la parte más underground de la literatura.
Todo lo contario. Me siento muy alagado por estar dentro de un grupo donde hay tanto talento. Creo sinceramente que la mejor literatura del país está precisamente aquí. A parte de los mencionados Ana Patricia Moya, Vicente Muñoz Álvarez, José Ángel Barrueco y el propio David González, están: Patxi Irurzun, Mario Crespo, Alfonso Xen Rabanal, Luis Miguel Rabanal, Adriana Bañares, Gsús Bonilla, Batania, Ana Pérez Cañamares, Esteban Gutiérrez Gómez, cito estos sólo por poner un ejemplo, porque hay docenas de escritores con muchísimo arte y talento en ese grupo, gente que está publicando en editoriales independientes que no se deben a los yugos de la comercialidad y lo políticamente correcto, editoriales que apuestan por la calidad por encima de cualquier cosa.
¿Por qué será que los escritores que menos venden son los que más calidad literaria tienen? ¿Esto es siempre así o es una excusa de estos mismos escritores para justificar su falta de talento?
No se puede generalizar, pero en el caso del de estamos hablando se puede comprobar. Todos los escritores que he citado tienen talento de sobra, sólo tienes que leer sus libros para comprobarlo. Cualquiera de ellos le da mil vueltas al escritor de turno con un superventas en las librerías de moda. Y si no compruébalo tú mismo, compra el último éxito del momento, te lo lees, después coges un libro cualquiera de los autores mencionados y haces las comparaciones. Te reto a que lo hagas y a que saques tus propias conclusiones.
Suponiendo que estés en lo cierto ¿Por qué pasa esto?
Eso mismo me pregunto yo desde hace mucho tiempo. Supongo que pasa lo mismo que con el cine comercial de Hollywood, las grandes distribuidoras gastan cifras astronómicas en promocionar cierto tipo de películas, y son esas las que la gente quiere ver. Les dan muchas explosiones e infinidad de efectos especiales junto a una historia pobre en argumento y cuela. Las grandes editoriales hacen lo mismo. Antes hablábamos de Raymond Caver, Hubert Selby jr, John Fante, Hunter S. Thompson, todos ellos escritores de indiscutible talento, pero yo me pregunto si el gran público los conoce, permíteme dudarlo, entre otras cosas porque sus libros no son de los más expuestos en las librerías.
¿Tan mal está el mundo de la literatura?
Es el mundo en general el que está mal. La corrupción de los bancos y de los políticos motiva que los más desfavorecidos se queden sin trabajo, sin derechos y casi sin dignidad. La gente tiene tantos problemas que lo único que quiere es abstraerse de ellos con el primer programa cutre de televisión, no quiere que un escritor le coma la cabeza con realidades que duelen, prefiere el culebrón de turno o una película de tiros y explosiones. Cualquier cosa que lo aleje de la oficina del INEN, de la hipoteca, de las reducciones de sueldo, de las enfermedades, de la propia muerte.
Por último ¿Qué les pedirías a tus lectores?
Que compren el libro y lo lean.
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