DIÁLOGO COTIDIANO
- Ha sido buena idea venir a este sitio… está todo buenísimo.
- Sí…
- Y encima, todo barato… - el muchacho arrima el tenedor con un pedazo de ternera pinchado a su chica -; ¿te apetece un poco de carne? Está poco hecha, como a ti te gusta.
- No, gracias.
- Tú te lo pierdes – traga el trozo.
- Oye…
- La ensalada también está de vicio – rebusca el atún y las aceitunas de la ensaladera.
- Cariño…
- Pienso pedir postre… un helado… quizás un trozo de tarta de queso… no sé, no sé… estoy indeciso.
- Te he puesto los cuernos.
Silencio entre ambos. El chaval mira a su sincera novia. En el gesto de su rostro no se aprecia más que seriedad ante la directa revelación. Retoma la tarea de terminarse su plato.
- Cómete todo el pescado antes de que se te enfríe, mujer.
- ¿Me has oído?
El muchacho, sin dejar de comer, responde, confiado:
- Yo también te he estado engañando con otra. Así que estamos empatados.
- Ha sido buena idea venir a este sitio… está todo buenísimo.
- Sí…
- Y encima, todo barato… - el muchacho arrima el tenedor con un pedazo de ternera pinchado a su chica -; ¿te apetece un poco de carne? Está poco hecha, como a ti te gusta.
- No, gracias.
- Tú te lo pierdes – traga el trozo.
- Oye…
- La ensalada también está de vicio – rebusca el atún y las aceitunas de la ensaladera.
- Cariño…
- Pienso pedir postre… un helado… quizás un trozo de tarta de queso… no sé, no sé… estoy indeciso.
- Te he puesto los cuernos.
Silencio entre ambos. El chaval mira a su sincera novia. En el gesto de su rostro no se aprecia más que seriedad ante la directa revelación. Retoma la tarea de terminarse su plato.
- Cómete todo el pescado antes de que se te enfríe, mujer.
- ¿Me has oído?
El muchacho, sin dejar de comer, responde, confiado:
- Yo también te he estado engañando con otra. Así que estamos empatados.
AYYYYY PERIQUILLA LOS PALOTES
ResponderEliminarAy, que bueno!
ResponderEliminarUn abrazo, Pepe, y bueno, que gracias por traernos estos relatos tan buenos.