MORTAJAS por Luis Miguel Rabanal.
Dejar a un lado
los remedios del exceso,
las llagas menos soportables
y la inquina.
Atesorar en la casa vieja
los recuerdos perdidos
y la salud de hierro.
Se cree el muchacho príncipe
en su vulva.
Abandonarlo todo.
Despreciar a quien te amó
denodadamente una mañana,
él aún reconoce a ciegas
la verdadera piel y su peligro.
Luis Miguel Rabanal, de Mortajas (Eolas Ediciones, 2009).
Dejar a un lado
los remedios del exceso,
las llagas menos soportables
y la inquina.
Atesorar en la casa vieja
los recuerdos perdidos
y la salud de hierro.
Se cree el muchacho príncipe
en su vulva.
Abandonarlo todo.
Despreciar a quien te amó
denodadamente una mañana,
él aún reconoce a ciegas
la verdadera piel y su peligro.
Luis Miguel Rabanal, de Mortajas (Eolas Ediciones, 2009).
http://luismiguelrabanal.spaces.live.com/default.aspx?sa=403607504
Precioso poema.
ResponderEliminar