sábado, 12 de junio de 2010

OTRO RELATO DE LA ABUELA FRESCOTONA

NIÑO DE LA CALLE
Había en su rostro, tanta tristeza¡¡¡
Con el vestidito de delgada tela, ella caminaba descalza, su piel, traspasada de frío ya no le hacía daño. Si, le molestaba el ardor de la paspadura que tenía sobre el labio, ocasionado por el goteo permanente de la nariz, y la mano áspera, que restregaba sobre él cuando ya el moco comenzaba a colgar de su mandíbula.
Caminaba sin rumbo, miraba de paso algún tarro de basura, a veces encontraba algo que llevaba a su boca.
Se sentó en un banco de madera de la plaza, era más tibio, la mirada recorría el paisaje urbano, como si estuviese sentada en el living, frente a la tv. - Adonde va la gente todos los días- ?. Un niño lloraba de la mano de su madre, - Por que llora-? Tenía un enorme chocolate en su mano, ella lo miraba indiferente, no deseaba nada, casi no tenía estómago, era tan poco lo que le ponía dentro ¡¡¡, que ya no sentía el hambre, es más, pasaba días sin comer.
En su carita los enormes ojos, avisaban en silencio que ya quedaba poco, de la energía natural, que los niños tienen. La vida se le va por la boca, un alma nacida en envilecida pobreza, sin el más mínimo resguardo existencial, nunca conoció nada de la vida, como, ropas, comidas, letras, rezos, familia. Cuando pudo caminar, solo la dejaron ir, como a los cachorros cuando los abandonan, esperando que algún accidente se los lleve.
Tenía vestidito, seguro para tapar el pudor de otros, pues, ella no sabía que era. El silencio iba con ella, ese que da la inequidad, el analfabetismo, el cansancio innato que carga ese cuerpo desnutrido, desde antes de nacer. Ella ignora lo bueno y lo malo, es como esas babas del diablo, que lleva el viento, deambulando por un lugar, en él que alguien la dejó y se fue. No sabe dónde va, no tiene donde llegar, solo es un niño en la calle, que ya no siente la vida.
Ella no sabe, que nunca existió, no figura en el registro civil, ni en el de bautismos, es lo que es, un ser, un cuerpo sin alma, que el viento llevará, hasta que la erosión lo gaste.

Publicado por La abuela frescotona
http://abuelafrescotona.blogspot.com/

1 comentario:

  1. ¡Puñeta con el relato! Me ha dejado caos.
    ¡¿POR QUÉ?!
    Me voy tocada.

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