el día
que murió
mi abuelo
delante de todos
a una hora
que no convenía
mi madre
trataba de freír
sus lágrimas
en una sartén
mi padre
aún bostezaba
los minutos de insomnio
momento
en el que mi hermano
entraba por la puerta
harto de su vida
mi abuela perdía
la mitad de la suya
y yo
simplemente
con una mochila
al hombro
aprendí
en el pasillo
de casa
lo que es
dejar
las cosas a medias
sabiendo
que no se resolverán
por sí solas
Publicado por Voltios en su blog Desde las lindes del sur
http://angelrodriguezpoeta.blogspot.com/
gracias amigo, muchas gracias tío
ResponderEliminar;) me alegra mucho ver por aqui a Angelillo.
ResponderEliminarUn gran abrazo para los dos.
Precioso, enhorabuena voltios.
ResponderEliminarMaravilloso, voy a darme una vueltecilla por ese blog
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