pañuelo
tenía la cara
llena de tiznajos
su madre
quiso frotársela
con el agua de la fuente
mientras yo
me impacientaba
por la sed
sudando
tras hacer deporte
la criaturita
con seis años
le dijo a su vieja
que él era mayorcito
y que le daba asco
que las manos de ella
le enjuagasen la cara
no te digo nada
si a este piltrafilla
le hubiesen limpiado
la mierda del rostro
con un pañuelo
empapado en saliva materna
acompañado
de un fuerte frote
como nos hacían antes
igual que las perras
lamen a sus cachorros
pero ya te digo
que eso era antes
cuando los pañuelos
eran de tela
y no de papel
agradecido siempre pepe, por partida doble.
ResponderEliminarUn poema que refleja de una manera muy curiosa la personalidad de los niños de nuestro tiempo.
ResponderEliminarInteresante y diferente.
Un abrazo.