- Dentro de media hora empieza una película en la tele.
- Estoy harta de tanta televisión.
- Pues yo quiero verla.
- Yo creo que saldré a dar un paseo.
- ¿Dónde vas a ir?
- No lo sé. Caminaré un rato, miraré algún escaparate.
- ¿A estas horas?
- No es tan tarde.
- Tú sabrás, pero una chica guapa como tú, sola en mitad de la noche...
- ¿Tratas de asustarme?
- ... con la cantidad de violadores, asesinos y drogadictos que te clavan su jeringuilla llena de sida en cualquier parte ...
- Que bobo eres.
- Yo solo digo que tengas cuidado.
- Sé defenderme.
- Ya, meterás un chillido que dejaras K.O. a cualquier maleante que intente agredirte.
- O una patada en los huevos.
- Esa es una buena estrategia, lo reconozco.
- Bueno ¿Me acompañas o no?
- Si te quedas conmigo podemos… no sé, jugar a médicos.
- ¿Y quién es el enfermo?
- Te dejo elegir.
- Prefiero a amo y esclavo.
- ¿Y quién es el esclavo?
- Tú.
- Lo que mandes, Ama.
- (Cínica) Creo que al final voy a salir.
- Estoy empalmado ¿no irás a dejarme así?
- Hazte una paja.
- Prefiero que me la hagas tú.
- Suplícamelo.
- Te lo suplico.
- Suplica más.
- Te lo suplico al cuadrado.
- Esclavo, bésame los pies.
Él le besa los pies.
- Desnúdate, esclavo.
- Tú mandas, Ama.
® pepe pereza
No es listo ni nada el tío, menudo “esclavo”.
ResponderEliminarMuy bueno, Pepe.
Un besazo.
este relato es de nota tío, un abrazo pepe.
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