DE LA PELUQUERÍA

Él estaba en el salón cuando entró ella. Se había cortado su hermosa melena y venía con un nuevo look.

- ¿Pero qué te has hecho? – dijo él arrugando el ceño.
- ¿No te gusta?
- ¡Joder! Así de golpe...
- No te gusta.
- Es que pareces un tío.
- Tampoco me lo han cortado tanto.
- Se te ven hasta las ideas.
- ¿Tan mal estoy?
- Qué quieres que te diga...
- La verdad.
- Pues me gustabas más antes.
- A mí me gusta así. Se lleva mucho... y si no fíjate por la calle.
- Si a ti te gusta...
- ¡Jó! Pero también lo he hecho por ti.
- Te lo agradezco pero me gustabas más antes.
- Pues ya no hay remedio.
- No, no lo hay.
- Eres un desagradable y un cretino.
- Soy sincero… ¿O prefieres que te mienta?
- Según en qué cosas.
- ¿Ah sí? (Cínico) Estás genial, te queda que ni pintado...
- Déjalo, ¿quieres?
- No, en serio. Te has quitado cinco años de encima...
- Que pases de mí.
- Venga, tonta. No te enfades, que estás muy guapa.
- ¿En serio?
- No.
- Hijo puta.
- Pelona.
- Cabrón.
- Hare-krisna.
- Marica mierda.
- Calvorota.
- Tonto el culo...

Y así siguieron hasta que se cansaron del juego y dieron paso a otras cosas.

®pepe pereza