viernes, 12 de agosto de 2011

POEMAS - BEGOÑA LEONARDO

Y LA FIERA, RECLAMA SU LATIDO
¡Grita!
¡agárrate fuerte!
cógete el pelo, tira
y si dudas, arráncate la piel,
pero no digas que estás muerta.

Las canciones que te persiguen mienten
las rancias plañideras mienten.

¡Mírame, despierta!
y si dudas, escucha a tu corazón
escucha el argumento de tu pecho
el potente quejido de tu estómago.

Si tienes hambre y sed
no estás muerta
si en la lengua tienes palabras que arrojar
no estás muerta.

Abraza lo que tienes delante
la oportunidad de matar lo que duele
de aniquilar lo que te aplasta.

¡Levántate!
el día que llega revienta, enajena...
¡Levántate!
eres valiente, eres mujer.

Y la fiera, reclama su latido
el pulso que desafíe a la tristeza.
Sal a su encuentro
corre, galopa, trepa....

¡Grita!
no estás muerta.


NUNCA MÁS DERROTADOS
Cuando nos quitemos de encima
todas las razones para llevar la máscara
la careta pulida, abrillantada
tan llena de purpúrea ostentación,
llegaran las claras del día
del que amenaza
sincero sol
aguaceros inoxidables
y vorágine de soluciones.

Cuando por fin nos atrevamos
a desabrocharnos la cordura
no habrá nadie que pronuncie
los nombres que traíamos de fuera.

Y seremos los del origen
nunca más derrotados por lo
prudente/conveniente
por la buena educación.

Por fin será derretida
la soga que nos aprieta los genitales
el pensamiento
la voz...

Y gritaremos a la vida
que llega
y sentiremos que somos buenos
porque sí
sin que nadie le diga lo contrario
al corazón.


UNA AMAZONA ASFÁLTICA
He querido muchas veces
cruzar la calle y vivir la vida de otra.
Sentirme la mujer que se sube a ese taxi
una carrera incierta y misteriosa.
Ser la que en el cine besa a un hombre que no es el suyo,
la que toma de la mano a una niña
muy distinta a la mía.
Ponerme el sombrero aquel
que parece un nido de golondrinas
y atreverme como esa,
con una minifalda que corte la digestión al de enfrente.
Ser la chica de la panadería
despreocupada y tontona
que dedica miradas alegres y consoladoras a cualquiera.
Cometer algún delito
del que no arrepentirme
y correr sin permiso
y gritar
y reír desencajada...
Ser una amazona asfáltica
fuera del tiempo y la ley
surcando cuerpos
devorando aleluyas
con los labios extenuados
y las mandíbulas doloridas
de morder lo prohibido.

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