Dos personas en una habitación. Una de ellas hace la maleta.
- Sabíamos que tarde o temprano esto tendría que pasar.
- Sí, lo sabíamos… Tú lo tuviste claro desde el principio.
- Nada es eterno.
- Tienes razón.
Silencio largo, muy largo...
- Cuando el tiempo pase y los sentimientos se hayan enfriado, tal vez podamos ser amigos.
- Aun es pronto para pensar en eso.
- Bueno, démosle tiempo al tiempo.
La maleta se va llenando mientras que armario y cajones se vacían. Las dos personas se mantienen mudas, ocultando sus respectivos dolores.
- Al menos lo hemos intentado.
- Sí.
- Eso ya es algo.
- Sí.
La maleta ya está llena.
- Ahora tengo que irme.
- Sí, es la hora.
- ¿No vas a darme un beso?
- Mejor que no.
La maleta sale de casa y entra en el ascensor.
- Adiós.
- Adiós.
La puerta del ascensor se cierra. Ruidos del motor del ascensor.
® pepe pereza /del libro “Amores breves”)
Intenso y certero.
ResponderEliminarVengo del blog de Luisa y te felicito por tu Fragmento 28.
Gracias Carlota, se bienvenida y que sepas que estás en tu casa.
ResponderEliminarbeso