EDITORIALMENTE HABLANDO: Vicente Muñoz Álvarez (Vinalia Trippers).
Por Juan Carlos Vicente
Hace unos años alguien gritó en voz alta que las publicaciones en papel acabarían desapareciendo. Internet apareció como un ejército liberador y arrasó los fanzines y las revistas independientes. Puede considerarse un daño colateral, un mal menor, pero lo cierto es que la supuesta liberación de la cultura a través de la red, también se ha convertido a veces en un charco profundo y oscuro en el que no siempre apetece meterse a chapotear.
Vicente Muñoz Álvarez (Vic, The Ripper, en su última reencarnación) poeta, narrador y editor, condujo durante los noventa la nave Vinalia (revista cult, pulp, sci, poética y narrativa), auténtica producción independiente que consiguió destacar entre la mucha oferta literaria que durante esa década nacía al margen de las editoriales convencionales.
En el 2001 Vinalia se tomó un respiro y la contracultura impresa, herida y sangrando mientras encontraba su nueva posición en el nuevo medio, moría, o parecía morir sin que nadie prestase demasiada atención a este hecho. El ejército binario arrasaba mientras Microsoft sonreía y el mundo aprendió un nuevo lenguaje software que muchos aún no acabamos de comprender.
En el año 2011 Vinalia Trippers vuelve después de una temporada en el infierno. Y no vuelve sola, se ha traído un puñado peligroso de zombis, brujas, hombres lobo, vampiros y doctores nazis para quedarse. Hablamos con Vicente Muñoz de ello en su cripta mientras una hermosa dama con liguero negro y sin cabeza nos sirve unas copas
¿Alguien dijo miedo?
Pues empezad a temblar.
- Has estado en todos los lugares literarios posibles: poesía, narrativa y edición. ¿Tal y como funciona la industria, es necesario involucrarse más allá del mero hecho de escribir, para poder ser publicado?
Publicar un libro no es en el fondo lo más complicado, hay en este momento muchas editoriales pequeñas y más o menos alternativas interesadas en la obra de autores nuevos. Lo verdaderamente difícil, al margen de encontrar editor, es mover después tu libro, promocionarlo, presentarlo, distribuirlo, conseguir para él reseñas, etc. Las pequeñas editoriales no tienen infraestructura ni logística para promocionar sus libros, y conseguir que lleguen a sus potenciales lectores es casi una odisea… Las tiradas son pequeñas (alrededor de 500 ejemplares), la distribución muy reducida, los contactos cara a la promoción escasos, y los libreros, a menudo, se niegan a introducir en sus catálogos y espacios este tipo de libros. Con lo cual es el propio autor, si quiere mover su obra, el que tiene que preocuparse de casi todo…
- Durante los 90 editaste el fanzine Vinalia Trippers, en el que se recogían relatos, ilustraciones y poesía. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Tuvo que ver internet con que dejases de publicarlo?
La experiencia fue de lo más gratificante: durante aquella etapa se forjó entre todos los colaboradores de Vinalia un ambiente de equipo y una conciencia de grupo que se ha ido afianzando con el paso del tiempo, creándose a partir de entonces lazos, afinidades y proyectos compartidos. Toda mi labor como antólogo durante estos últimos años (Golpes, Tripulantes, Resaca/Hankover, 23 Pandoras, Beatitud, etc) es una especie de continuación de aquel período, editada ahora en formato de libro y por editoriales más o menos sólidas, pero fiel a los mismos principios. Dejamos de publicar Vinalia en el año 2001, en parte, sí, por la aparición de internet, que al principio eclipsó a los fanzines y revistas contraculturales impresas, pero sobre todo porque, después de seis años intensos de publicaciones y proyectos, necesitábamos ya un descanso.
- Sin embargo, Vinalia Trippers ha vuelto, ¿Qué se mantiene y qué ha cambiado respecto a la primera etapa de la revista?
Se mantiene, como comentaba antes, el mismo objetivo y espíritu: publicar a cierto tipo de autores alternativos (es decir, al margen del sistema y el canon) que por el tipo de literatura que escriben, incómoda, crítica, visceral y de algún modo políticamente incorrecta, no suelen encontrar hueco en las grandes editoriales ni en los suplementos culturales de los periódicos de más tirada, pese a la calidad indudable de sus propuestas. Y hacerlo de manera absolutamente independiente, además, sin publicidad, sin subvenciones ni ayudas de ningún tipo, para no estar mediatizados más que por nuestro criterio. Ha cambiado algo el formato y diseño, ahora más cuidado y próximo al libro, y ha aumentado significativamente el número de colaboradores, fruto de los contactos de todos los miembros del equipo (Silvia D.Chica, Alfonso Rabanal, Rodrigo Córdoba y yo) estos últimos años.
- ¿Qué autores han participado en este nuevo número? ¿Hay autores de la antigua etapa?
En este número 11, Trippers from the Crypt, han colaborado cerca de 80 autores, entre narradores, poetas e ilustradores, algunos de ellos, en efecto, fichajes habituales de la primera etapa: escritores como Patxi Irurzun, David González, José Manuel Vara o Norberto Luis Romero, entre otros, e ilustradores como Miguel Ángel Martín, Toño Benavides, J.Kalvellido o Mik Baro (autor de la portada), que siempre nos han acompañado, dando a la revista la estética e identidad que tiene. El resto son autores que hemos ido conociendo con el paso del tiempo y con los que hemos trabajado ya en numerosos proyectos: antologías, revistas, lecturas, etc. En el fondo, Producciones Vinalia Trippers ha sido una plataforma o elemento aglutinador de autores con un ideario y una estética literaria (e incluso vital) compartida. Y de eso es precísamente de lo que más satisfechos estamos. Sinceramente creo (y lo digo con total humildad) que sin Vinalia Trippers y las antologías paralelas que he citado antes, la literatura alternativa de este país no sería la misma. Mejor o peor, no lo sé, pero no sería la misma.
- ¿Crees que será más fácil la difusión debido a la incorporación de las redes sociales como herramienta publicitaria? ¿Se ha traducido en ventas o por el contrario hay mucho adicto al “me gusta”?
Las redes sociales han revolucionado por completo el concepto de la promoción y distribución de las revistas y libros. Hace años, en la primera fase de Vinalia, a mediados de los 90, la única vía que existía para dar a conocer un fanzine o libro eran las reseñas de los periódicos y revistas especializadas. Y si el fanzine o libro en cuestión no estaban bien vistos por los maestros oficiales de turno, el veto estaba asegurado y la única forma de promoción posible era el boca a boca, o en el mejor de los casos, si tenías contactos, el círculo de revistas subterráneas afines. Eso ha cambiado radicalmente con la blogsfera, ahora no dependemos de nadie, todo el mundo puede publicar y promocionar sus obras y existe un inmenso círculo de blogs contactados que se hacen eco de cualquier noticia. De alguna manera, internet (que como escribí en el prólogo de la antologíaTripulantes, al principio “mató a la estrella del zine”) ha democratizado a la larga el mundo de la edición y la promoción literaria, al margen del dictado de los grandes grupos y capillas oficiales de críticos. Las ventas han aumentado, sí, sobre todo las realizadas por correo, aunque en un proyecto como el nuestro no son ni mucho menos lo que más nos importa.
- ¿Cuáles son los problemas más graves que te encuentras al editar de manera independiente?
Como decía antes, la distribución de los libros. Al margen del coste de la edición, claro. Si no quieres depender de nadie ni pedir publicidad ni ayudas, debes afrontar la edición tú mismo, al menos hacer una inversión inicial, e intentar mediante las ventas posteriores reinvertir las ganancias en el siguiente número. En nuestro caso, a estas alturas, Vinalia para nosotros es un capricho personal y asumimos entre todos el gasto de la edición. Si las ventas ayudan, como ha sido el caso de Plan 9 del Espacio Exterior, la anterior entrega, mejor que mejor. Si no, de un modo u otro, volveríamos a invertir para otra edición. Hay pocas cosas en la vida tan gratificantes como editar un fanzine como el nuestro, referencia en su género, y dar salida a tantos autores y textos valiosos como los que hemos ido publicando estos últimos años. De Vinalia han surgido grandes amistades y proyectos, y eso es algo que vale mucho más que el dinero. Lo realmente difícil, insisto, es la distribución. En nuestro caso, dada nuestra amistad con muchos colaboradores, ellos mismos nos ayudan a distribuir la revista en sus ciudades. Como decía antes, hay espíritu de equipo y buenos latidos en todo lo que lleva el sello Vinalia, y eso se nota en todos los campos, diseño, edición, distribución, reseñas y presentaciones.
- De tu faceta como antólogo, ¿de qué trabajo te sientes más satisfecho y cuál fue el más complicado de llevar acabo?
Son todos como mis hijos, la verdad, gestados con mucho tiempo y esfuerzo, y de todos me siento orgulloso. Si tuviera que elegir alguno, seguramente fuera Resaca/Hankover: Un homenaje a Charles Bukowski, que coordiné con Patxi Irurzun, por la trascendencia que tuvo en su día (el blog tiene más de medio millón de vistas y el libro va por la segunda edición) y Beatitud: Visiones de la Beat Generation, con Ignacio Escuín, por abordar un movimiento y tema, el de los beatniks, que me apasiona desde hace mucho tiempo. La antología más complicada de llevar a cabo, quizás, 23 Pandoras: Poesía alternativa española (que también va por la segunda edición), debido a la dificultad de reunir a las 23 poetas que entonces estaba buscando y, sobre todo, de ponerlas luego de acuerdo para montar y diseñar a su gusto el libro.
- Ya que eres autor y editor, ¿qué visión tienes del panorama actual literario, tanto en editoriales grandes como en pequeñas?
Es un momento complejo y contradictorio, el actual, prometedor y difícil al mismo tiempo. Hay infinidad de autores interesantes, poetas y narradores más o menos conocidos, y de editoriales oficiales y alternativas. Pero la realidad, quizás por saturación del mercado o por la crisis económica, es que cada vez se venden menos libros impresos, y eso desanima tanto a autores como a editores a la hora de publicar. Sobre todo las pequeñas editoriales, se encuentran obstáculos de todo tipo a la hora de distribuir sus libros, como antes ya expliqué, de conseguir hueco en las librerías y obtener reseñas de apoyo en la prensa, y así es muy difícil vender su producto. Es la pescadilla que se muerde la cola: los autores no venden más libros porque las pequeñas editoriales no logran colocarlos en las librerías ni promocionarlos de manera eficiente, y en consecuencia las grandes editoriales no apuestan por ellos, etc…
-¿Nos puedes adelantar próximos proyectos?
Acabo de firmar un contrato con la Editorial Eutelequia para publicar a principios de 2012 un ensayo de cine titulado Cult Movies: Películas para llevarse al Inferno, y también por esas fechas, aproximadamente, verá la luz mi nuevo poemario, Animales Perdidos.
Y pronto comenzaremos a trabajar en el siguiente Vinalia Trippers, el número 12, que irá esta vez sobre el fin del mundo.
Eso, más varias antologías de poesía y prosa en las que colaboro, que saldrán entre este año y el que viene, y por supuesto seguir gestionando mi blog, Mi Vida en la penumbra, más los de Resaca, Vinalia y Beatitud, etc.
Juan Carlos Vicente, Culturamas.
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