'DIOS NUNCA REZA' EN DIARIO DE NAVARRA
Después de haber publicado libros de ficción, cuentos o novelas, el escritor Patxi Irurzun (Pamplona, 1969) se adentra en un nuevo género, el diario o dietario, con Dios nunca reza (Editorial Alberdania). En el libro, escrito en verano del 2008, habla de numerosos temas como los primeros síntomas de la crisis económica, del embarazo de su segunda hija y los celos que provocaron en su hijo, de su trabajo o de una mudanza y un nuevo lugar para vivir, Sarriguren.
"El diario sirvió un poco de asidero para mantenerme en pie en medio de todo eso, y de paso me lo planteé también como un experimento literario, una novedad, tocar un palo que aún no había tocado, y hacerlo como siempre con mi propia voz, a mi manera, como diría Sinatra, que también aparece en el libro", explica.
DIOS NUNCA REZA EN 'GARA'
Patxi Irurzun se escapa de la ficción al publicar su diario, que lleva por título «Dios nunca reza»
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
El escritor navarro Patxi Irurzun presentó ayer su último trabajo, «Dios nunca reza». El autor escapa de la novela, el género donde hasta ahora más cómodo se ha sentido, para probar con la no ficción y publicar sus diarios personales escritos durante el verano de 2008.
En su nuevo trabajo, el primero que realiza con la editorial Alberdania, Irurzun destapa las inquietudes que padeció en una etapa de su vida complicada, donde se mezclaba el segundo embarazo de su pareja con su mudanza al barrio de Sarriguren y los problemas laborales y psicológicos que le provocaba la empresa donde trabajaba.
Irurzun, tímido de por sí, se mostraba casi incómodo ante la prensa porque, según explicó, este es el trabajo con el que más «a pecho descubierto» se muestra ante sus lectores. El escritor también reconoció que partes del libro suponen una pequeña venganza hacia sus antiguos jefes. «Al menos, les devuelvo algún que otro empujón», confesó. Dentro de los pasajes del libro tambíén aparecen reflexiones sobre el mundo en el que vivimos, en el contexto de 2008, cuando asomaba la crisis.
DIOS NUNCA REZA EN 'DIARIO DE NOTICIAS'
Dios nunca reza', la dura timidez de Patxi Irurzun en un diario "a pecho descubierto"
El escritor pamplonés presentó ayer su nuevo libro, editado por alberdania
El autor desgrana día a día su verano de 2008, marcado por ejes como la familia o la "desacelaración económica"
Parapetado tras su muralla de timidez, pero siempre cargado de lúcido cinismo y árida realidad, Patxi Irurzun presentó ayer en la librería Auzolan de Pamplona su nuevo libro, Dios nunca reza. Un dietario con el que se desmarca de su camino más transitado, la ficción, y desmembra día a día lo que fue para el autor el verano de 2008, aquél en el que empezamos a oír hablar de algo que los gurús económicos y políticos denominaban, como bien recordó el propio autor, desaceleración económica.
La presentación del nuevo hijo literario de Irurzun contó con la presencia de Jorge Giménez Bench, de Alberdania, quien destacó la apuesta de su editorial por la "literatura de la memoria", pero, matizó, "no por esa literatura de la memoria en la que los autores utilizan sus diarios para convertirlos en una colección de ensayos que nunca terminan de rematarse y de apuntes amparados en la impunidad literaria que da el hecho de escribir al paso de las horas y de los días en primera persona. No discuto la legitimidad de esa línea, pero en Alberdania no nos gusta, nosotros apostamos por la implicación del autor con la memoria y con el hecho relatado; lo que nos interesa es el material humano y vivencial de este tipo de literatura, no la opinión sobre terceras cosas. Y esto es lo que Patxi Irurzun nos ofrece a raudales en este Dios nunca reza".
Con la mirada baja, pero con la palabra en ristre, Patxi Irurzun afirmó encontrarse como un adolescente con su nuevo libro, "ya que se trata del primer diario que escribo y publico después de unos cuantos libros de ficción. Y, si siempre resulta difícil explicar de qué va un libro, en el caso de un diario es doblemente complicado, ya que se trata de un género literario mestizo en el que caben muchas cosas". Un mestizaje de palabras que, hundiendo sus raíces en una aparente vida rutinaria, escupe dignidad y sentimientos a los cuatro vientos. "Leño decía en una canción que 'no hay dos días iguales y todos los días igual', y eso es un poco lo que sucede en este diario... Hablo de un montón de cosas que me sucedieron en el verano de 2008, que fue cuando lo escribí... De cosas como la crisis económica, que entonces se llamaba desaceleración; de mi vida familiar, de un embarazo de mi mujer; de mi hijo convertido en un príncipe destronado; del trabajo que tenía entonces; de una mudanza, de un nuevo lugar en el que vivir, Sarriguren, que por primera vez creo que se convierte en materia literaria; y de la vida cotidiana, que a fin de cuentas es lo que nutre a este diario...".
A su manera En lo concerniente al impulsó que le llevó abrir su vida al mundo, el autor fue nítido: "Yo empecé a escribirlo y no sé porqué... Creo que todo el mundo, en algún momento, ha tenido la tentación de escribir un diario sin saber muy bien porqué. En mi caso, creo que aquella fue una época de mi vida en la que había pequeños cambios y, de alguna manera, necesitaba un punto de apoyo, un asidero... Y este diario lo fue. Por otra parte, también lo planteé como un experimento literario, ya que era un palo que nunca había tocado y me apetecía hacerlo, eso sí, a mi manera, como dice Sinatra, que, por cierto, también aparece en el libro. En este sentido, no se trata de un diario muy prolongado, yo me lo planteo como un corte en la vida de una persona en un espacio corto de tiempo; y como sucede con los árboles cuando los cortan, que se ven sus anillos, aquí también hay varios ejes (la familia, la crisis económica, la dignidad en el trabajo...) que lo conforman".
Haciendo gala realismo visto desde la perspectiva de alguien que mira la vida a pie de adoquín, Irurzun matizó que "éste podría ser el diario de una persona corriente, con sus problemas y preocupaciones, con la diferencia de que en este caso está escrito por un escritor; y eso, quieras que no, lo hace pasar por el tamiz de la literatura, con cierta elaboración y las exigencias propias del género, que te obliga a escribir a diario y, en ocasiones, de una forma más descuidada. Lo que sí tengo que decir es que este diario es, quizá, el libro en el que yo me he mostrado más a pecho descubierto, con el corazón en la mano, y mostrando mis sentimientos... Algo que considero muy importante porque el fin último era compartirlo con los lectores por una razón: que en las situaciones difíciles, los sentimientos son lo único y lo último que nos pueden quitar y que podemos usar para defendernos, como armas o para ayudarnos unos a otros".
Música y literatura Patxi Irurzun recalcó que el título de su libro no se refiere "al Dios católico, a Ala o al capitalismo; se trata de una metáfora con la que quiero explicar que rezar o confiar en la providencia no nos sirve de nada; somos nosotros los que tenemos que cuidarnos".
Mirando a su prolífica carrera literaria, el autor afirmó que "escribir me da la vida", y matizó, que, a pesar de su incontenible necesidad de embarcarse en diferentes aventuras a la vez, ahora mismo se encuentra inmerso en una novela "que me está exigiendo mucho más tiempo y, en cierta manera, parar todo lo demás y dedicarme a ella".
Y, como no podía ser de otra forma, ya que como bien apuntó "prácticamente todas mis obras cuentan con una banda sonora propia", Patxi Irurzun explicó la música que se lee en Dios nunca reza: "El propio título está extraído de una canción de Poncho K y, ya entre las páginas, se puede encontrar, por ejemplo, el Forever young, de Bob Dylan. La música es algo que no puedo ignorar, aunque este libro no sea especialmente musical y se escuche de fondo".
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