jueves, 12 de enero de 2012

DAVID GONZÁLEZ ESTÁ VIVO – FRAGMENTO DEL PRÓLOGO DE AINHOA SÁENZ DE ZAITEGUI PARA EL LIBRO DE DAVID GONZÁLEZ “NO HAY TIEMPO PARA LIBROS” (EDITORIAL ORIGAMI)

Contra todo código de honor, los prólogos se encargan a amigos. Estadísticamente, cuanto mejor es el amigo, peor es el prólogo. Una primera frase usual es conocí a [insertar nombre, el de pila, que queda más íntimo] hace muchos años, cuando aún no era poeta publicado, y desde entonces nos ha unido una gran amistad.

Yo a David González no le conozco personalmente. Sólo hemos intercambiado media docena de e-mails en los últimos dos meses. Y si sé quién es David González es porque es poeta publicado, gracias a lo cual he podido leer sus libros. Todo hace presagiar, pues, que éste será el mejor prólogo de todos los tiempos.

Aunque nunca lo consigan, los prologuistas amigos se proponen persuadirnos de que merece la pena leer lo que viene a continuación. Para ello, recurren a estrategias cosa nostra como el homenaje untuoso o el chantaje emocional, acompañados de anécdotas personales que ilustran el carácter del poeta amigo.

Yo a David González sólo le he visto en foto: su cara me es -si acaso- vagamente familiar, no digamos ya su carisma. Por lo de las anécdotas no hay que preocuparse, porque no tengo ninguna. Lo único que sé de David González es lo que pone en sus poemas. Pero, por alguna oscura razón, estoy convencida de que conozco a David González mejor que él mismo…

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