37.
–cuando se es joven, hay que andarse con ojo,
porque las zorras merodean.–
lo dice mi padre, temblando;
y me habla, también, de un nido, y del sabor a cobre
que tiene el agua de la lluvia.
y sé
que la agitación en sus pupilas
le llevan hasta allí, donde había que estirar el pescuezo
para llegar al pico
del que colgaba una lombriz.
después de un mes, postrado, en una cama
es la primera vez que escupe, lo hace incorporado;
el color de esta flema………………..no me gusta nada
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Gsús bonilla
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