viernes, 31 de enero de 2014

MEANDO CONTRA VIENTO Nº 3


NOTA DE PRENSA MEANDO CONTRA VIENTO

Acto: Presentación número 3 MEANDO CONTRA VIENTO
Lugar: Bar Miserias – Avd. Álvaro López Núñez, 23 (León)
Fecha: Sábado 1 de febrero 2014
Hora: 20:00h

El próximo sábado 1 de febrero, tendrá lugar la presentación del ejemplar número 3 de MEANDO CONTRA VIENTO (Cuadernos tra(n)sgresores).
MEANDO CONTRA VIENTO son unos cuadernos trimestrales impresos a modo de fancine clásico, en los que se plantea a los colaboradores un ejercicio, el de plasmar lo que ellos entienden por transgresión. Poetas, escritores, escultores, fotógrafos, ilustradores y artistas en general, participan en esta iniciativa creada por Nícolas Marper alter ego de Santos Perandones.
Después de crear en el primer número la sintonía musical por la músico Julia Getino con la colaboración de Groucho Sonido y Pepe Mourelle. Este tercer número ya presenta la letra que acompaña a dicha sintonía, de la mano de Felipe Zapico Alonso.
Una presentación performativa en la que tendremos en directo la música de Julia Getino acompañada por David Franco a los teclados, Felipe Zapico al micrófono y la compañía de danza contemporánea 8rmigas, formada por Rosario Granell y Eduardo García.
Este número cuenta con las colaboraciones de:  Eva María García Pellitero, Alejandro Saenz de Miera, Juan Luís García, Alfonso “Xen” Rabanal, Nuria Palencia, Rafael Saravia, Eduardo Fandiño, Felipe Zapico, Juan José Fernández Domínguez, José Ignacio Aller, Charo Acera, Laura Ortega Lozano, Teresa Naranjo, Marta del Riego Anta, Miriam Vega, Cecilia Quílez, Santos Perandones.


Blog MEANDO CONTRA VIENTO: http://meandocontraviento.tumblr.com
Sintonía musical: http://www.ivoox.com/sintonia-meando-contra-viento-audios-mp3_rf_2374087_1.html


Mail: meandocontraelviento@gmail.com

jueves, 30 de enero de 2014

DISPARA AL EDITOR

Te invitamos al encuentro con los editores del Grupo Contexto: Impedimenta, Libros del Asteróide, Nórdica Libros, Periférica y Sexto Piso

Martes 4 de febrero, a las 19:30 h.
Espacio Santos Ochoa. Doctores Castroviejo, 19. Logroño.

¿Cuál es la pregunta que siempre quisiste hacerle a un editor? Pues aquí tienes unos cuantos: Diego Moreno, de Nórdica, Julián Rodríguez, de Periférica, Santiago Tobón, de Sexto Piso, Enrique Redel, de Impedimenta y Luis Miguel Solano, de Libros del Asteroide se ponen a tiro para recibir las cuestiones o los comentarios que queramos plantearles.
Bajo el lema nuevos editores para nuevos tiempos estas cinco editoriales están demostrando que si se unen buenos textos con una cuidada edición el resultado es pura magia y están cautivando a más y más lectores en nuestro país.

El Grupo Contexto nació en abril de 2008 para promover conjuntamente sus catálogos y desarrollar otros proyectos relacionados con el mundo editorial. Ese mismo año, fue galardonado con el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural, concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Unidos por su carácter independiente y por la creación de fondos editoriales muy cuidados, estos sellos se han propuesto tejer una amplia red que establezca una relación más directa y fluida entre editores, lectores, libreros, bibliotecas y medios de comunicación.

Éstos son algunos de sus principios:

Sabemos que hay lectores dispuestos a leer buenos libros, como los que publicamos, por ello rechazamos los discursos victimistas. Creemos que un editor es un lector apasionado y también un lector crítico. Un editor es alguien que «recomienda», un lector apasionado que quiere compartir lo que antes leyó.
Sabemos que el buen editor es terco, es decir, pertinaz, obstinado e irreducible. El buen editor es perseverante. Y no tiene prisa. Por eso muchas veces publica aquello que sabe que venderá dentro de mucho y no ahora mismo.
Creemos en la importancia del libro como «objeto», en la importancia de su diseño, de su legibilidad, de su durabilidad. Creemos en el libro «único», es decir, en la singularidad de cada proyecto editorial, una singularidad muchas veces asentada contracorriente, pero siempre atenta a la lógica que unen al mejor editor posible y al mejor lector posible, que se encuentran en un solo libro: en el libro que los une.

martes, 28 de enero de 2014

EL DESCRÉDITO EN LA TORMENTA EN UN VASO

Ediciones Lupercalia, Alicante, 2013. 208 pp. 15,90 € 

Pedro Pujante 
Si existe un autor que hoy día sigue suscitando polémica, admiración, rechazo, inspiración y sumando lectores y lectores, ese es Céline. Falleció hace más de medio siglo, fue médico, vivió la Gran Guerra, estuvo encarcelado sufrió el ‘descrédito’ y el destierro. Sus panfletos antisemitas le valieron la ignominia y que su Francia natal le relegase a un margen de la literatura canónica.
No obstante, y dando ejemplo de una gran intuición y gusto literarios, Lupercalia, una editorial joven y audaz, se ha encargado de reunir un gran surtido de plumas de escritores españoles contemporáneos para rendir el tributo que se merece este padre díscolo de las letras universales. Si bien sus más conocidas novelas, y quizá lo más excelso de su obra, sonViaje al fin de la noche y Muerte a crédito, es cierto que tiene más libros. Por ejemplo, Vila-Matas nos recuerda esa obra menor titulada Fantasía para otra ocasión, que leyó hace tiempo pero que le tuvo que impactar de algún insólito modo pues ahora, "masoquistamente", se molesta en rememorarla y relegarla del olvido, como quien siente un aullido del pasado llamar a la puerta del horror. Otros escritores de esta antología se siguen interrogando por el dilema de diseccionar el binomio hombre-obra. Por ejemplo, Joaquín Piqueras, uno de los más grandes poetas de este país, ha recreado una irónica conversación de chat literario en la que varios usuarios discuten sobre la necesidad de separar al ideólogo del artista, al escritor del hombre. La misma tesitura se plantean otros como José Ángel Barrueco o Gsús Bonilla.
Bruno Marcos elabora un preciso ejercicio comparativo entre Céline y Chaplin, en el que el humor y el horror comulgan en una simbiosis contemporánea que invita a la reflexión. Mario Crespo nos recuerda las relaciones de Céline con la beat generation. Pero el catálogo de plumas y temas no se agota ahí: Miguel Sánchez-Ostiz nos regala una evocación conmovedora; Óscar Esquivas narra una aventura celiniana en primera persona; Pepe Pereza inventa un relato, en su habitual tono directo y violento, en el que un libro robado de Céline desencadena la acción. Y muchos grandes narradores más que no caben en este breve reseña…
Muchos han elegido el ensayo, otros el relato, la crónica o la falsa biografía. Gran número de elementos de la vida del autor se hallarán en este volumen, y muchas desviaciones por vericuetos ficticios que ahondan en el itinerario novelístico de este padre de los malditos. Sobre todo apoyándose en esa novela semi autobiográfica que es Viaje al fin de la noche. De la que se puede aprender más de Céline que de ninguna biografía: su viaje a EE.UU., su amor sucio y mal correspondido, su asco por la vida o sus vicisitudes como médico.
Quien se aproxime a la vida de este genial escritor no se arrepentirá. A través de sus libros, a través de los libros de otros. En ese sentido, El descrédito es una puerta-espejo que conduce a Louis-Ferdinand Céline, ejemplo de que la literatura engendra más literatura, en un juego de correspondencias equívoco y proteico que convierte la experiencia de leer en un ‘viaje al fin de la propia irrealidad’.
Permítaseme sumar esta reseña al merecido homenaje que Céline merece.


Publicado por Banda aparte en http://latormentaenunvaso.blogspot.com.es/

jueves, 23 de enero de 2014

MALOS TIEMPOS de CARLOS SALCEDO ODKLAS

"Éramos escoria, todos, los pobres fracasados que aguardábamos pacientes la cola para comer algo y los que en esos mismos momentos disfrutaban de una gran mariscada a orillas de alguna playa paradisíaca. Para la mayor parte de la gente la diferencia entre tener dinero o no tenerlo es el tiempo que pasan dando vueltas en centros comerciales comprando basura en potencia. La culpa de convertir el mundo en un gran retrete era de todos, daba igual la clase y posición social. Todo se reducía a la incapacidad de los seres humanos en ponerse de acuerdo en algo, en la incapacidad de todos los individuos de ver más allá de su arrugado y flácido órgano sexual. No había ningún orgullo ni romanticismo en la pobreza, ni en el proletariado, ni, desde luego, en las élites. Éramos todos unos tristes seres rosados y temblorosos que pataleaban y rompían cosas al paso de su frustración. Y el dinero era la gran manzana agusanada que nos tenía a todos pillados por las pelotas al borde del abismo.
En la tele estaban poniendo La ruleta de la fortuna, y hacia allí mirábamos por inercia mientras la cola avanzaba a paso lento hasta la entrada del comedor. Las azafatas de interminables piernas sonreían al girar las letras del panel, los concursantes giraban la ruleta de los premios, 100 euros, 200 euros, 1000 euros, bancarrota, el público aplaudía al unísono, la sonrisa inmaculada del presentador iluminaba el plató con su brillo cegador. Veíamos eso mientras avanzábamos, pasito a pasito, con nuestras mochilas y bolsas de plástico, con nuestras ropas de color gastado y aroma agrio, cargando con nuestras historias y penurias que no interesaban a nadie."

Extracto del relato inédito "Servicio de lavandería" de Odklas. Incluido en el libro MALOS TIEMPOS de próxima publicación.

BETUNIA & BLACK SUPER POWER (ARISTAS MARTÍNEZ)

Ilustración de cubierta de Fidel Martínez ©
 

 BETUNIA 
 ISBN: 978-84-939092-8-4
 COLECCIÓN PULPAS 
 ANTOLOGÍA DE CÓMIC 
 FORMATO : 20 X 14 
 96  PÁGINAS / COLOR
 FECHA DE SALIDA: 16 / 01 / 2013 
 PVP: 10 € 

Antología cuya temática gira en torno al movimiento blaxploitation desde una perspectiva cañí y/o hispana, alejándose de tópicos e incluyendo localizaciones, temporalidad y géneros en principio ajenos a este movimiento cultural afroamericano: magia negra, ciencia ficción, crítica social, distopía, psicodelia y marcianos, todo cabe en los pinceles de estos autores, que son:
Alberto Guitián, Mik Baro, Fidel Martínez, Miguel B. Núñez, Tebo Martín, López Emma, Ríos Xurxo, G. Penalta, Darío Adanti, Sagar Forniés, Sergi Álvarez, José Domingo Jano, Paula Carro, William T. Drake, Brais Rodríguez, David Rubín, Ed Gustavo Rico.



Ilustración de cubierta de Pablo Ríos © 

 BLACK SUPER POWER 
 ISBN: 978-84-939092-6-0
 COLECCIÓN PULPAS 
 ENSAYO 
 FORMATO : 20 X 14 
 192 PÁGINAS / COLOR
 FECHA DE SALIDA: 19 / 12 / 2013 
 PVP: 12 € 


 EL HÉROE NEGRO EN LA CULTURA POP 
Hasta mediados de los 60 todos los superhéroes eran blancos. Hermosos rubios como Steve Rogers o Hank Pim o atléticos multimillonarios como Bruce Wayne o Tony Stark. 
En este contexto de supremacía aria aparecieron los primeros grandes héroes negros de ficción; Pantera Negra, Luke Cage o El Halcón, que se erigieron en verdaderos estandartes pop del Black Power.

Black Super Power analiza desde una perspectiva lúdica el papel del Héroe Negro en la cultura pop. Un recorrido a través de la historia del cómic, el cine y la literatura,  como instrumento para observar determinados contextos sociopolíticos y constatar cómo la ficción conforma la realidad o a la inversa.

DANIEL AUSENTE
Barcelona, 1966. Escriba vocacional, durante los años noventa colabora en diversas revistas de tendencias (BarSALona, Action & Sports.) Su adicción a Internet le enseña a camuflarse tras seudónimos como absence o Señor Ausente y en 2004 inaugura El Blog Ausente, que convierte en su principal base de operaciones y con el que obtiene en 2008 el premio Bitácoras.com al Mejor Blog Cultural de 2008. Ha colaborado en publicaciones como Mondo Brutto, 2000 Maníacos o Rockdelux y desde 2006 es responsable de una sección semanal dedicada al cómic dentro del magazine cultural Cabaret Electric de Icat FM (Catalunya Radio). 


martes, 14 de enero de 2014

LAS LECTURAS MÁS SUCIAS DEL 2013 – VICENTE MUÑOZ ÁLVAREZ

Me pidieron, para el blog Escritores Sucios, un listado de los siete libros que más me impactaron en el 2013, y aunque tuve que dejarme (por razones obvias de extensión) muchos en el tintero, opté por reseñar los siguientes.

*
Un año de mierda acaba, otro comienza. Es tiempo de recapitulaciones y listas, y en ESCRITORES SUCIOS no pensamos quedarnos atrás. Para ello hemos pedido a algunos de los escritores más sucios e interesantes del panorama actual que nos confeccionen sus listas con los 7 libros que más les hayan impactado en este último año y porqué. Sin reglas, pudiendo ser de cualquier género y época, simplemente lo mejor que haya caído en sus manos en el ya fallecido 2013. El resultado es un buen puñado de títulos imprescindibles y muy variados que sin duda servirán a nuestros fieles seguidores para llenar otro año con buenas lecturas con las que evadirse de una realidad cada vez más tediosa y absurda.

No os dejéis llevar por otras listas de éxitos (libro más vendido en España: Ambiciones de Belén Esteban) ESTO es lo que estáis buscando. Empezamos.


VICENTE MUÑOZ ÁLVAREZ

(León, 1966) Escritor, editor y gurú literario. Ha escrito poemarios, libros de relatos, ensayos y una novela. Ha coordinado antologías imprescindibles como El Descrédito (Junto a Julio César Álvarez) y Resaca/Hankover (Junto a Patxi Irurzun). Creador y editor del fanzine de culto Vinalia Trippers. Entre su abundante producción destacan: El merodeador, Animales perdidos, Mi vida en la penumbra o Cult Movies: Películas para llevarse al infierno. Blog: http://mividaenlapenumbra-vinaliatrippers.blogspot.com.es/



1.- CARREFOUR ES EL ANTICRISTO. Ricardo Morena Mira. 
Editorial Lupercalia, 2011.

Sencillamente, brutal. Tremendo y apocalíptico Ricardo Moreno Mira y su Carrefour, uno de los poemarios más impactantes que he leído en los últimos tiempos. De cómo el Estado del bienestar se desmorona y arde Babilonia en ruinas, nos da cuenta, con un enloquecido y lisérgico estilo que quema en las manos, el poeta y editor de Lupercalia. Absolutamente imprescindible.



2.-SEGURO QUE ESTA HISTORIA TE SUENA. Poesía completa (1985-2012). Karmelo C. Iribarren.
Editorial Renacimiento, 2012.

Una magnífica y muy completa selección de la obra de Karmelo C. Iribarren, que disfruté de lo lindo de vacaciones frente a las olas del mar. Poesía doméstica e intimista, filosófica y existencial, realista y certera, que reunida en un grueso volumen gana en sentido e intensidad. Para quitarse el sombrero.



3.- NO HAY TIEMPO PARA LIBROS. 17 poemas + 1 relato inédito. David González.
Editorial Origami, 2013.

Para mí, uno de los mejores poemarios de David González, que en su segunda edición incorpora 17 poemas inéditos y un impresionante relato tituladoCoches de choque. David González en estado puro, feroz e insumiso, ácido y demoledor, aunque también maduro y reflexivo. Gran poemario.




4.- ESQUINAS. Pepe Pereza.
Editorial Lupercalia, 2013.

Una verdadera joya, este segundo libro de relatos de Pepe Pereza, que aborda desde diversos prismas el universo femenino y el mundo de la prostitución. Relatos incisivos y conmovedores, salvajes y tiernos, profundos e inteligentes y llenos de matices, de la mano de uno de los mejores prosistas subterráneos de la actualidad. Para chuparse los dedos.

(Puedes consultar la obra de Pepe en ESCRITORES SUCIOS:http://escritoressucios.blogspot.com.es/2013/06/esquinas-pepe-pereza.html)



5.- LA ENFERMEDAD DEL LADO IZQUIERDO. Esteban Gutiérrez Gómez.
Editorial Eutelequia, 2011.

Un libro que los amantes de la contracultura no deberían perderse, oda al hippismo y la vida natural, canto a la vida y a la libertad, hermosa fábula sobre cómo superar las servidumbres de la sociedad de consumo y evadirse a realidades y universos paralelos. El maestro Esteban Gutiérrez Gómez buscando el camino de baldosas amarillas.



6- aMoremachine (Poemas de claradehuevo). Gsús Bonilla.
Editorial Escalera, 2013.

Otra de las siete maravillas de este pequeño listado (lo ampliaría mucho más), este poemario de Gsús Bonilla, cada vez más personal e intransferible, nuevo siempre en cada libro, iluminado y clarividente. Inclasificable, como todo lo que sale de su pluma, soprendente y absolutamente moderno a la vez.



7.- LA MIERDA + LA EMPERATRIZ DE LOS INSECTOS. Juanjo Ramírez Mascaró.
Autoedición, 2012.

Y ya para terminar, dos novelas breves delirantes y ultraviolentas de Juanjo Ramírez Mascaró: La mierda y La emperatriz de los insectos, marcianas y escatológicas, excesivas y tremendas, prodigios de imaginación y oficio, una delicatessen, en suma, para lectores desprejuiciados. Exclusivamente, eso sí, para mayores de 18 años.
Resto del listado aquí:


http://mividaenlapenumbra-vinaliatrippers.blogspot.com.es/

sábado, 11 de enero de 2014

ANTROPOGENIA de RICARDO MORENO MIRA

«di los ríos, celebra el gran Amazonas, dios grande
y su lecho fangoso, y sus hijos y afluentes, verde Marañó, y Ucayali
Tambo, Ene, Apurímac, de 6.800 metros de longitud
y 219.000 metros cúbicos por segundo de caudal
que desemboca en el océano Atlántico
y se retuerce como una serpiente grande sobre la Tierra
el río Nilo, desde las tierras altas etíopes,
y Jartum, de torres de barro, y el lago Tana
donde se entierran los emperadores
de Hassai el Tigre que los subyugó a todos
a excepción de Xoa, coronándose en Axum como Negus
el mayor río de África, y el Nilo Azul, y el Yangtsé, río amarillo
que nace en la provincia de Qinghai, en el Tíbet, la ciudad naranja
y Altan Kahn, y fluye hacia el este, hasta desaguar en el mar oriental
el Mississippi en Canadá y Estados Unidos, donde el río Arkansas
río Rojo y Ohio, y Tennessee y río Blanco, cruzan América, en el norte
el río Congo, en las ciudades de Kinshasa, donde la corriente se estrecha
y cae por una cadena de cataratas
creadas por una serie de cañones profundos, y allí fluye
de manera violenta, y finalmente desemboca
en una angosta llanura, a través de un estuario
que tiene casi 5 kilómetros de anchura, en Angola y Burundi
y Camerún y la República Centroafricana y Ruanda y Tanzania y Zambia
para las tribus Khoisan, cuya cuenca drena una extensión
de 3.700.000 km, y cruza la selva del Congo, la segunda
más extensa del mundo, dónde moran especies
que aún hoy no han sido vistas
el Níger, y el Tigris y el Éufrates, en el creciente fértil
tierra entre ríos, donde surgieron las primeras ciudades del hombre
el Indo, y el Danubio,y el río Zambeze, y el Amu Daria
en tayiko Ому Omudaryo o Daryoi Omu, en persa
Âmudaryâ en uzbeko, Amudaryo, donde darya
en persa antiguo significa mar o gran río, y el Oxus, rojo
el Dniéper, que discurre por la Rusia central, Bielorrusia y Ucrania
y desemboca en el Mar Negro, cerca de la ciudad ucraniana de Jersón
de poderosa industria, canta al Desná, y el Don, y el Rin
y el río Bravo, o Grande del Norte, en México y Estados Unidos»


Ricardo Moreno Mira, de Antropogenia (Lupercalia, 2014).

sábado, 4 de enero de 2014

UNA NAVIDAD DE MUERTE - MI RELATO EN ESTA ANTOLOGÍA

EL AULLIDO
Mis padres murieron en un accidente. No entraré en detalles. Solo diré que quedé huérfano, mis tíos me acogieron y tuve que trasladarme a aquel bosque. Recuerdo la angustia que arrastraba conmigo en el tren que me llevó hasta allí. El miedo a lo desconocido y ser consciente que era el principio de una nueva vida. Cuanto más me alejaba de mi ciudad natal más desprotegido y asustado me sentía. Estaba aterrado.
Sabía que tenía que apearme en una aldea llamada Peñas de Cameros pero al llegar a la pequeña estación el letrero rezaba: Penas de Cameros. Pregunté al revisor y me aclaró que el rabito de la “ñ” se había borrado y de ahí mi confusión.
Se suponía que mis tíos estarían esperándome, sin embargo nadie acudió a darme la bienvenida. Me adentré en la villa. Era pequeña y las gentes que la habitaban tenían el rostro triste y amargado. No vi a nadie con una sonrisa en la boca. Pensé que deberían olvidarse definitivamente del rabito de la “ñ”, Penas de Cameros se ajustaba perfectamente al ánimo de sus oriundos. No tenía ni idea de dónde vivían mis tíos. Pregunté a una anciana que estaba a la puerta de su casa. Al oír el nombre de mis familiares la vieja se persignó y se encerró en la vivienda, dejándome con la palabra en la boca. Yo no sabía qué pasaba y aquello me pareció de lo más extraño. Volví a preguntar, esta vez a un hombre que transitaba por allí.

-        Chaval, olvídate de esos malnacidos y regresa por dónde has venido.

Esa fue la respuesta que recibí. ¿Malnacidos? ¿A qué se estaba refiriendo? Entonces vi a un cura y me acerqué a él. Me informó de que mis tíos no vivían en el pueblo desde hacía años. Por lo visto, tuvieron problemas con los vecinos y se vieron obligados  a mudarse al bosque. Algo relacionado con un intento de violación por parte de mi primo a una niña de cinco años. Para llegar hasta ellos tenía que salir del pueblo por un camino que llevaba a las montañas, desviarme a la derecha por un sendero que se adentraba en el bosque y seguirlo hasta dar con la vivienda. El párroco me sugirió que me diese prisa en llegar no siendo que se echase la noche encima, advirtiéndome, además, que el lugar era peligroso. Cargué con la maleta y me puse en marcha. Dejé el pueblo atrás rumbo a las montañas. El otoño estaba en las últimas y las temperaturas habían bajado considerablemente. Me abotoné el abrigo y seguí caminando. Al llegar a lo alto de una colina pude ver el bosque extendiéndose a lo largo del paisaje. Tenía un aspecto tenebroso y los sonidos que brotaban de su interior no invitaban a adentrarse en él. Llegué al desvío y tomé el sendero que conducía a una variada frondosidad de ocres y marrones. Me detuve frente a las lindes de la arboleda y sentí un escalofrío. Algo me decía que debía regresar ¿Regresar? ¿Dónde? Mis tíos eran la única alternativa. Me armé de valor y avancé por la senda. A cada paso, la vegetación iba devorando parte del camino, hasta el punto de reducirlo a una delgada línea no más ancha que mis pies. Me dolían los brazos de cargar con la maleta y cualquier sonido me ponía el vello de punta. Yo era un chico de ciudad y estaba fuera de mi ambiente. El sol empezó a ocultarse. Aceleré mis pasos.
De pronto la vegetación se abrió a una zona despejada de árboles. En medio estaba situada la propiedad de mis tíos. Pude ver los corrales con las ovejas, el establo y la vivienda, hecha de adobe y piedra. Esa va a ser mi casa de ahora en adelante, me dije.
Rodeé la verja de madera y entré. Pasé por delante de la morada pero no vi a nadie. Llamé a la puerta. No abrieron. Insistí. Nada. Me pareció escuchar voces que venían de la cuadra. Dejé la maleta frente a la entrada y me dirigí al establo. Según me acercaba escuché claramente a un par de personas. También unos escalofriantes mugidos. Al asomarme vi a una mujer que era el mismo retrato de mi madre. Sin duda era mi tía. Tenía el brazo metido hasta más allá del codo en el culo de una vaca y hurgaba dentro de sus entrañas. Le acompañaba un joven corpulento: mi primo. Por su fisonomía y su comportamiento supe que era deficiente mental. Ambos estaban tan pendientes de sus actos que no se percataron de mi presencia. Mi tía introdujo el brazo hasta el hombro en el interior de la vaca.

-        El ternero viene de culo.

Mi primo contestó con gruñidos y frases ilegibles. Parecía nervioso, con una mano se rascaba la cabeza mientras que con la otra se golpeaba la frente con la palma abierta. No me atreví a intervenir, continué asomado a la puerta observando la escena en silencio.
Desgraciadamente el ternero nació muerto. Lo achacaron a mi llegada. Es un mal fario, dijo mi tío cuando más tarde llegó acompañado del veterinario.
Después de cenar me obligaron a compartir cuarto y cama con el deficiente. El insensato no tuvo reparos en masturbarse estando yo tumbado a su lado. Cerré los ojos y me tapé los oídos, pero aun así notaba cómo el colchón subía y bajaba. Echaba de menos a mis padres y a mis amigos. Añoraba mi habitación, mi cama, mis cosas… Tenía que ser fuerte y adaptarme. No quedaba otro remedio. Debía dejar atrás mi anterior vida y empezar de nuevo. Por fin, mi primo calmó sus ardores y al rato se quedó dormido. Yo no pude, estaba demasiado alterado para dormir. Desde la cama observé la ventana y a través de ella un cielo plagado de estrellas. Nunca había visto tantas. Por encima de los ronquidos de mi acompañante me pareció escuchar un aullido. Me levanté, me acerqué al ventanal y lo abrí. Efectivamente, era un aullido, claro y nítido, atravesando la curva de la noche. Mi nueva vida también incluía lobos.
De madrugada mi tío partió con el rebaño. Desde la cama le escuché arengar a las ovejas para que saliesen del corral. Mi primo no estaba. Había dejado una mancha de saliva en su lado de la almohada. De pronto entró mi tía.

-        ¿A qué esperas para levantarte? Aquí nos ponemos a trabajar al alba, así que espabila.

Me puso a limpiar el establo. En cuanto terminé me ordenó cavar una fosa detrás de la cuadra para enterrar el ternero muerto. Después de estar un rato cavando tenía las manos llenas de ampollas. A pesar de ello seguí con la tarea, no quería que me tachasen de blandengue. Cuando acabé se lo hice saber a mi tía. Fuimos en busca del novillo pero había desaparecido. Según ella se lo había llevado mi primo. Lo llamó a gritos. Lo buscamos por toda la granja. Lo encontramos oculto entre unas alpacas de heno. Tenía consigo el cadáver. Por alguna razón que desconozco se había encariñado de él y no había manera de quitárselo. Tratamos inútilmente de convencerlo pero se aferraba al becerro como si le fuera la vida en ello. Mi tía le amenazó con una vara de mimbre. Ni con esas. Fue fustigado hasta que la vara se rompió. Vi la sangre expandiéndose por su camisa. No podía creerme el aguante que tenía, yo lo hubiera soltado al primer latigazo. Mi tía cogió una de las patas del ternero y tiró con todas sus fuerzas. No era suficiente y reclamó mi ayuda. Él era más fuerte que nosotros y tuvimos que rendirnos.

-        Ya verás cuando venga tu padre.

Mi tío regresó con el rebaño al final del día.
Mi tía no perdió tiempo y le contó lo sucedido. El tema se zanjó con una brutal paliza. El padre se impuso al hijo y, por fin, pudimos enterrar el cadáver en el hoyo que yo había cavado.
Aquella noche el dormitorio fue solo para mí. A mi primo lo castigaron encerrándole en el establo. Agradecí un poco de intimidad, no obstante, estaba tan cansado que me quedé dormido en cuanto me metí en la cama.
A la mañana siguiente encontramos la puerta de la cuadra reventada y la zanja vacía. Mi primo y el becerro habían desaparecido. Entre los tres lo buscamos por la casa y alrededores. Todo indicaba que se había internado en el bosque. Mi tío y yo dedicamos la mañana entera a seguir su rastro. No pudimos dar con él. Después de comer continuamos buscando. Al caer la noche tuvimos que regresar. Mi tía estaba muy preocupada. No era para menos, el frío y los lobos eran amenazas palpables que debían tenerse en cuenta.

-        Tranquila, mujer, no es la primera noche que la pasa en el bosque. Seguro que estará bien.

No supimos nada de él en dos días. Al tercero regresó escoltado por una pareja de la guardia civil. Por lo visto aquella misma mañana apareció en el pueblo cargando con el ternero.
Cuando los beneméritos se fueron fue el turno de mi tío. Se quitó el cinturón y golpeó con la hebilla a su vástago. Así hasta que mi primo fue reducido y soltó el becerro. Después fue conducido hasta el establo. Una vez ahí, le ajustaron una cadera alrededor del cuello y le pusieron un candado. El otro extremo de la cadena estaba firmemente anclado a una viga.
 Esa misma tarde mi tío y yo nos adentramos en el bosque para poner fin de una vez por todas al problema del ternero. El plan era abandonar el cadáver a varios kilómetros para que las alimañas se encargasen de él. Así lo hicimos. De regreso mi tío hizo algo que llamó mi atención: se acercó a un árbol, olió el tronco y meó sobre la corteza que acababa de olisquear. Solamente dejó salir un pequeño chorro, el resto se lo guardó.

-        A los lobos, si quieres que te entiendan, hay que hablarles en su idioma.

Hacía cinco días que vivía con ellos y era la primera vez que me dedicaba una frase de más de tres palabras. Llegamos a otro árbol y repitió la misma escena, es decir: lo olió y vertió un chorro de meada sobre el tronco.

-        Hay que dejarles claro que tú meas más alto que ellos. Así sabrán que este no es su territorio y dejarán en paz a nuestras ovejas.

Mi tío había sido pastor desde niño. Según él, los lobos jamás habían atacado a sus rebaños. De pronto se puso en guardia. Había visto algo. Se agachó muy despacio, cogió una piedra del suelo y la lanzó. El pedrusco dio en el blanco: una liebre que tuvo la mala suerte de pasar por ahí.

-        Ve a buscarla.

Me acerqué hasta el animal. Aún estaba vivo. Tenía espasmos en las patas traseras y sangraba por las orejas y la nariz. Percibí el miedo en sus ojos. Yo también lo tenía. Era la primera vez que veía agonizar a un ser vivo.
-        ¿A qué esperas para cogerlo?

No me apetecía tocar a la liebre, ni mancharme de sangre… Vomité. Fue él mismo quien se encargó de coger la pieza. La levantó del suelo y con un golpe de mano le rompió el cuello. Volví a vomitar.
Esa noche la cena consistió en un guiso de liebre con patatas. No quise probar bocado.
Al día siguiente mi primo fue puesto en libertad. En cuanto lo soltaron se puso a buscar al ternero por toda la zona. Probó a escavar con sus manos en varios sitios que él mismo eligió al azar. Al ver que no lo encontraba gruñó y berreó, pataleó, se golpeó la cabeza con los puños, incluso se arrancó algunos mechones de pelo. Todo fue inútil. Finalmente se ocultó entre las alpacas de heno y allí pasó el resto de la jornada.

Pasaron los días y cayó la primera nevada. Acondicionamos el establo y trasladamos las ovejas dentro. El trabajo era duro pero según transcurrían las semanas me iba acostumbrando a mi nueva vida. Los modales bruscos y primitivos de mis tíos ya no me lo parecían tanto. Lo peor era tener que compartir cama con mi primo. El depravado seguía masturbándose sin importarle que yo estuviera a su lado. Eso a mí no dejaba de cohibirme e inquietarme. Y sucedió que una de esas noches mi primo me violó. Estaba durmiendo. De pronto noté un peso encima. Enseguida tomé conciencia de sus intenciones. Traté de resistirme pero él era más fuerte, además, me había cogido por sorpresa y me tenía totalmente sometido. Quise gritar. Lo impidió tapándome la boca con su manaza. Recuerdo que le olía a semen rancio. Nada pude hacer. Me sodomizó sin miramientos. Cuando terminó se dio la vuelta y al poco se quedó dormido. Fui incapaz de moverme o tomar represalias. Estaba tan cohibido, tan conmocionado, tan humillado… que solo pude llorar. Lo hice durante toda la noche. A la mañana siguiente me levanté como si no hubiera pasado nada. Delante de mis tíos me comporté con naturalidad y no les dije ni palabra del asunto. No obstante, el dolor y la vergüenza iban por dentro. Debía aguantar, entre otras cosas porque había jurado vengarme.

Me desperté sobresaltado. Había tenido una pesadilla, pero nada más abrir los ojos mi mente borró todo registro de ella. Tan solo quedó una imagen: Un árbol de navidad decorado con vísceras y restos humanos. En lugar de espumillón había intestinos. Orejas cortadas, dedos amputados, globos oculares sustituían las típicas bolas de colores. En vez de una estrella coronando el árbol estaba un corazón sangrante que aun palpitaba… El dormitorio estaba en penumbra. Todavía era de noche. Pensé en mis padres. Quizás porque iban a ser las primeras navidades que pasaría sin ellos. Los echaba de menos. Qué lejos quedaban aquellos días felices. Miré a mi primo. Dormía con la boca abierta. Lo odiaba profundamente por lo que me había hecho. Cada vez que lo veía me hervía la sangre. Sentirlo en la misma cama me asqueaba y a la vez me aterraba. Tenía miedo de que volviera a violarme. Por las noches no pegaba ojo, pendiente en todo momento de cualquiera de sus movimientos.
Mis temores se vieron confirmados la noche antes de navidad. Estaba tan cansado que, sin querer, me quedé dormido. Mi primo aprovechó el descuido y quiso violarme por segunda vez. Sabía que resistirme no iba a valer de nada. Él era más fuerte, así que esta vez utilicé la inteligencia.

-        ¿Te acuerdas del ternero?

Capté su atención al momento.

-        Yo sé dónde está escondido.

Lo tenía encima. Notaba su verga dura sobre mi espalda.

-        Si no me haces nada te diré dónde está.

Se aporreó la frente con los puños, como si necesitase de los golpes para poner en funcionamiento las escasas neuronas de su cerebro. Al final me dejó libre. Quiso que fuéramos de inmediato a por el becerro pero le convencí de que era mejor esperar a que se hiciera de día.
Por la mañana me lo llevé al bosque. Anduvimos durante muchos kilómetros entre la espesa vegetación hasta que llegamos al chaflán de un profundo barranco.

-        Está ahí. Asómate y lo verás.

El ingenuo no cuestionó mis palabras y se acercó al borde. Lo empujé. Cayó al vacío y se estrelló contra las rocas del fondo.

-        Ahora ¿quién jode a quién? ¿Eh? Maldito retrasado, subnormal de mierda ¿Quién jode a quién?

En un arranque grité a los cuatro vientos. Dejé salir la rabia y la humillación. Seguí gritando. Mi grito fue volviéndose un aullido. Aullé como un poseído. Para mi sorpresa a mi aullido llegó otro en forma de respuesta. Los lobos estaban cerca. Les grité:

-        Estoy aquí y he venido a quedarme.


Eché una última mirada al adefesio ensangrentado. Ese malnacido jamás volvería a hacerme daño. Con un poco de suerte los lobos lo encontrarían y se darían un festín. En cuanto a mis tíos, sabía que no sospecharían de mí. Darían como bueno que el loco de su hijo se hubiera despeñado por un barranco. En cierto modo les había hecho un favor. De regreso me paré a oler algunos árboles y a mear sobre sus troncos, tal y como me había enseñado mi tío. Era hora de dejar mi marca. Que todo bicho viviente supiera que ese iba a ser mi territorio. Me lo había ganado.