llevaban castellanos de color negro o burdeos con
antifaz o borlas o cadenita y naúticos azules o blancos o rojos (los más
atrevidos) en verano (todo lo náutico en general), abrigos loden verdes,
calcetines de rombos o cachemir, jerseys pulligan amarillos o rosas,
impermeables barbour, bañadores meyba o speedo, zapatillas adidas o nike, polos
lacoste, banderitas de españa en las hebillas de los relojes, pantalones levis
o lee, austríacas guateadas y bufandas de cuadros, normalmente eran blandos
(aunque peligrosos en pandilla), hacían la pelota a los curas, ganaban premios
en el colegio, les nombraban delegados de clase, jugaban al tenis y al golf,
hacían esquí naútico, se compraban palmeras y bocadillos, sus novias tenían
vespinos con pegatinas de snoopy, caras naranjas y pelo rubio teñido, se metían
con los internos y débiles y raros, eran chivatos y rosados de piel y a casi
todos les sobraban varios kilos, tenían compases, rotrings y reglas faber
castell transparentes y estuches de lápices de colores de tres pisos, sus
padres eran abogados o militares o gobernadores civiles y conducían volvos o
mercedes, sus madres llevaban abrigos de piel (de visón, a ser posible),
cantaban cuando se emborrachaban el cara al sol, a menudo tenían
granos, eran del casino o del aero club, defensores de la tradición y las
buenas costumbres y a veces del opus dei, de vez en cuando alguno, por
aburrimiento, se suicidaba o se hacía yonqui (de farlopa), si les dabas de
hostias te expulsaban del colegio, les gustaba mecano y los pecos y pedro
marín, solían ser tunos o papones y del real madrid, se reunían en la
inmaculada y en la pícara, nunca supe por qué les llamaban peras, a todos les
perdí de vista, ojalá nunca les vuelva a ver...
Vicente Muñoz Álvarez
thank you
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