Fue Truman Capote quien acuñó el término “novela de no ficción” para señalar el absoluto realismo de su libro A sangre fría. De la misma forma, David González, al referirse a su poesía, habla de “poesía de no ficción”. En su obra, sólo tienen cabida la realidad más cruda y los seres que la pueblan y la sufren.
Una recopilación bastante completa de la obra de David González puede encontrarse en El amor sigue sin ser contemporáneo (Baile del Sol, 2009), segunda edición, revisada y ampliada, de El amor ya no es contemporáneo, cuya primera edición se publicó en agosto de 2005.
El amor sigue sin ser contemporáneo recuerda a Peleando a la contra de Charles Bukowski: una antología de textos en prosa y en poesía que esbozan una pequeña autobiografía. Con la diferencia de que, en el caso de Bukowski, predominaba la prosa y en el de David, la poesía.
Pero esta “autobiografía” no se limita a la persona de David González, sino que abarca desde los que sufrieron la Guerra Civil Española y la dictadura franquista hasta los que sufren el actual sistema político a nivel mundial. Los desheredados y los desobedientes de antes y de ahora. Estableciendo, además, ciertos vínculos con la vida del “enfant terrible”, Arthur Rimbaud (uno de sus poetas favoritos) a través de unos poemas elaborados a partir de las cartas del francés.
En esta antología y, por consiguiente, en su obra, David nos muestra sus dos lados: el bueno y el malo. No esconde nada. No pretende sesgar nada. Muestra lo que hay. Sus buenas acciones y sus malas acciones. Es sincero. Enseña las dos caras que todos tenemos. David se reafirma en su lucha a través de la escritura y, también, se redime a través de ella de algunas de esas malas acciones tal y como hace Antonio Gamoneda en uno de los poemas favoritos de David, Malos recuerdos.
David emplea un verso sencillo pero consistente, fundamentado en un lenguaje callejero que no reniega de la ayuda que prestan algunas figuras literarias como la metáfora o la paradoja. Además, David, corona sus poemas con una serie de citas que muestran su vasta cultura, su gusto por los autores realistas y sucios, transgresores y críticos.
Una sólida demostración de que el ninguneo al que someten a David González es tan injusto como los elogios que se llevan por decenas algunos viejos dinosaurios que hace mucho que dejaron de aportar algo bueno a la literatura y que obstruyen el paso sistemáticamente a cualquier forma nueva y fresca de hacerla. La historia, estoy seguro, les hará justicia. Y a David también.
Otras reseñas del libro pueden encontrarse en el blog de Baco y en el de Ángel González.
Poema:
- La autopista (poema que me recuerda poderosamente a la canción Man in black de Johnny Cash).
LA AUTOPISTA
ya que tanto insistes
en que me lo corte
voy a explicarte
y será la primera y última vez que lo haga
por qué llevo el pelo largo
llevo el pelo largo
porque el ejército estadounidense
ofrecía una recompensa
de dos dólares
por cada cabellera de indio
que se le entregara
y los que la cobraron
así como los soldados
y mandos superiores
del ejército estadounidense
llevaban el pelo corto
o muy corto
llevo el pelo largo
porque el ejército franquista
en la corrada de la casa en la que nací
le rapó la cabeza
a una de las mujeres de mi familia
cuyo hombre
acababa de ser fusilado
por negarse a defenestrar
niños de pecho republicanos
y los soldados que le raparon la cabeza
así como el resto de las tropas
y mandos superiores
del ejército franquista
incluido el puto francisco franco
llevaban el pelo corto
o muy corto
llevo el pelo largo
porque en el campo de concentración de mauthausen
a los deportados españoles
como ramiro santisteban
el superviviente octogenario que me lo contó
a los deportados españoles
una vez a la semana
los sábados
les hacían lo que entre ellos se conocía
como La autopista
esto es
les rapaban el pelo al cero
desde la frente hacia atrás
la autopista
y más adelante
cuando hitler estaba perdiendo la guerra
con ese pelo
se forraban las botas de los soldados alemanes
con ese pelo
y todos esos soldados alemanes
como también los que los sábados colaboraban
en el mantenimiento de la autopista
juntos con sus respectivos mandos superiores
el hijo de la gran puta del fuhrer a la cabeza
y junto con el resto del pueblo alemán
llevaban el pelo corto
o muy corto
llevo el pelo largo
porque en la tercera galería
de la cárcel provincial de oviedo
la galería de los menores
los que mandaban en ella los kíes
en cierta ocasión me dijeron:
o te cortas el pelo tú
o te lo cortamos nosotros
y encendieron sus mecheros
y tanto ellos
como los funcionarios de prisiones
cuyo trabajo consistía precisamente
en evitar que se produjeran hechos como ese
llevaban el pelo corto
o muy corto
llevo el pelo largo por otra razón también:
muchas de las mujeres que conozco
me aseguran que con él así de largo
estoy mucho más guapo
y aparento muchos menos años
de los en realidad que tengo
así que en vez de estar dándome la brasa a todas horas
con que a ver cuando voy a que me corten el pelo
mejor te callabas la puta boca
eh
y te dejabas
crecer el tuyo.
PUBLICADO POR JAVIER BELINCHÓN EN
HTTP://TINTAENLASMANOS.BLOGSPOT.COM/
Una recopilación bastante completa de la obra de David González puede encontrarse en El amor sigue sin ser contemporáneo (Baile del Sol, 2009), segunda edición, revisada y ampliada, de El amor ya no es contemporáneo, cuya primera edición se publicó en agosto de 2005.
El amor sigue sin ser contemporáneo recuerda a Peleando a la contra de Charles Bukowski: una antología de textos en prosa y en poesía que esbozan una pequeña autobiografía. Con la diferencia de que, en el caso de Bukowski, predominaba la prosa y en el de David, la poesía.
Pero esta “autobiografía” no se limita a la persona de David González, sino que abarca desde los que sufrieron la Guerra Civil Española y la dictadura franquista hasta los que sufren el actual sistema político a nivel mundial. Los desheredados y los desobedientes de antes y de ahora. Estableciendo, además, ciertos vínculos con la vida del “enfant terrible”, Arthur Rimbaud (uno de sus poetas favoritos) a través de unos poemas elaborados a partir de las cartas del francés.
En esta antología y, por consiguiente, en su obra, David nos muestra sus dos lados: el bueno y el malo. No esconde nada. No pretende sesgar nada. Muestra lo que hay. Sus buenas acciones y sus malas acciones. Es sincero. Enseña las dos caras que todos tenemos. David se reafirma en su lucha a través de la escritura y, también, se redime a través de ella de algunas de esas malas acciones tal y como hace Antonio Gamoneda en uno de los poemas favoritos de David, Malos recuerdos.
David emplea un verso sencillo pero consistente, fundamentado en un lenguaje callejero que no reniega de la ayuda que prestan algunas figuras literarias como la metáfora o la paradoja. Además, David, corona sus poemas con una serie de citas que muestran su vasta cultura, su gusto por los autores realistas y sucios, transgresores y críticos.
Una sólida demostración de que el ninguneo al que someten a David González es tan injusto como los elogios que se llevan por decenas algunos viejos dinosaurios que hace mucho que dejaron de aportar algo bueno a la literatura y que obstruyen el paso sistemáticamente a cualquier forma nueva y fresca de hacerla. La historia, estoy seguro, les hará justicia. Y a David también.
Otras reseñas del libro pueden encontrarse en el blog de Baco y en el de Ángel González.
Poema:
- La autopista (poema que me recuerda poderosamente a la canción Man in black de Johnny Cash).
LA AUTOPISTA
ya que tanto insistes
en que me lo corte
voy a explicarte
y será la primera y última vez que lo haga
por qué llevo el pelo largo
llevo el pelo largo
porque el ejército estadounidense
ofrecía una recompensa
de dos dólares
por cada cabellera de indio
que se le entregara
y los que la cobraron
así como los soldados
y mandos superiores
del ejército estadounidense
llevaban el pelo corto
o muy corto
llevo el pelo largo
porque el ejército franquista
en la corrada de la casa en la que nací
le rapó la cabeza
a una de las mujeres de mi familia
cuyo hombre
acababa de ser fusilado
por negarse a defenestrar
niños de pecho republicanos
y los soldados que le raparon la cabeza
así como el resto de las tropas
y mandos superiores
del ejército franquista
incluido el puto francisco franco
llevaban el pelo corto
o muy corto
llevo el pelo largo
porque en el campo de concentración de mauthausen
a los deportados españoles
como ramiro santisteban
el superviviente octogenario que me lo contó
a los deportados españoles
una vez a la semana
los sábados
les hacían lo que entre ellos se conocía
como La autopista
esto es
les rapaban el pelo al cero
desde la frente hacia atrás
la autopista
y más adelante
cuando hitler estaba perdiendo la guerra
con ese pelo
se forraban las botas de los soldados alemanes
con ese pelo
y todos esos soldados alemanes
como también los que los sábados colaboraban
en el mantenimiento de la autopista
juntos con sus respectivos mandos superiores
el hijo de la gran puta del fuhrer a la cabeza
y junto con el resto del pueblo alemán
llevaban el pelo corto
o muy corto
llevo el pelo largo
porque en la tercera galería
de la cárcel provincial de oviedo
la galería de los menores
los que mandaban en ella los kíes
en cierta ocasión me dijeron:
o te cortas el pelo tú
o te lo cortamos nosotros
y encendieron sus mecheros
y tanto ellos
como los funcionarios de prisiones
cuyo trabajo consistía precisamente
en evitar que se produjeran hechos como ese
llevaban el pelo corto
o muy corto
llevo el pelo largo por otra razón también:
muchas de las mujeres que conozco
me aseguran que con él así de largo
estoy mucho más guapo
y aparento muchos menos años
de los en realidad que tengo
así que en vez de estar dándome la brasa a todas horas
con que a ver cuando voy a que me corten el pelo
mejor te callabas la puta boca
eh
y te dejabas
crecer el tuyo.
PUBLICADO POR JAVIER BELINCHÓN EN
HTTP://TINTAENLASMANOS.BLOGSPOT.COM/
Gracias por colgarlo aquí, Pepe.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracia a ti por escribirlo.
ResponderEliminarUn abrazo