- Pero por qué te paras ahora? Joder!
- No sé qué me pasa. Dijo ella quitándoselo de encima como pudo.
- Déjame ¡Joder ya casi estaba.
- Déjame ¡Joder ya casi estaba.
- No me apetece follar, ya está. Déjame en paz.
- Pero si eras tú la que querías.
Ella se levantó y se cubrió con una sábana y dirigiéndose hacia la ventana miró hacia la calle como buscando a alguien.
- Me puedes explicar que coño te pasa. ¿Qué coño haces ahora mirando por la ventana?
- No se… Pienso que mi marido está abajo.
- ¿Estás loca? ¿No decías que iba a estar toda la tarde en la biblioteca?
- Ya. Es sólo una premonición
- Joder con las premoniciones.
® Fifo (Miguel Bergasa)
Este anexo es la continuación del relato “Premonición”
Qué buenas son estos anexos.Me gusta también así, las dos partes seguidas.
ResponderEliminarEs otro posible final.
Un abrazo.
Amiga mía, a Fifo si le sobra algo es ingenio y talento. Un apunte: Era el único de la compañia de cómicos que no ensayaba porque se podía permitir el lujo de actuar sin hacerlo, y encima era el que más hacía reir.
ResponderEliminarbesazo
Me alegro de que te guste MJ y tú pepe no te pases que se me suben los colores. un abrazo a los dos.
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