viernes, 24 de junio de 2011

TRIPPERS FROM THE CRYPT: LA PORTADA

Bueno bueno, hermanitos, ahora sí que sí... Al fin tenemos lista la ultrabizarra portada de Mik Baro para nuestro inminente Trippers from the Crypt, que está ya a punto de salir de imprenta.

Todo el sabor de los Tales from the Crypt de antaño, revisitados por nuestros mejores escritores e ilustradores para amenizar vuestras pesadillas...

Cerca de 80 autores, de lo mejor y más subterráneo del panorama español, se dan cita en este nuevo número de Vinalia Trippers, que, estamos seguros, hará vuestras delicias...

Queridos Drugos:
Preparaos para la Invasión.

Lo vamos a pasar de miedo.

jueves, 23 de junio de 2011

DINERO

El taxi se detuvo delante de una gran verja metálica custodiada por dos columnas griegas. Entre los barrotes de la verja podía verse un camino de grava y al fondo un palacete de tres plantas estilo Art Déco, con una pista de tenis a la izquierda y una piscina a la derecha. Sin duda era la casa de alguien que disponía de demasiado dinero. Pagó al taxista y se apeó del coche. La Madame le había facilitado esa dirección junto con unas detallas instrucciones que debía seguir al pie de la letra, a cambio recibiría una buena cantidad de dinero.
A la derecha de la verja había un portero automático con una pequeña cámara. Llamó al timbre y esperó nerviosa. El interfono proyectó una voz metálica.

- ¿Sí?
- Me manda la agencia.

Al cabo de unos segundos escuchó unos sonidos mecánicos y la verja se abrió. Caminando por encima de la grava se alegró de no llevar sus zapatos de tacón, que era lo habitual en ese tipo de citas, sin embargo en esa ocasión llevaba unas cómodas zapatillas de deporte. La Madame le había pedido que se vistiese de sport y que no se maquillase. Por otro lado la falta de maquillaje y de un vestido provocativo donde escudarse la hacían sentirse más expuesta, algo así como un actor sin disfraz.
Llegó a la puerta de entrada y se la encontró ligeramente abierta, así que entró sin llamar. El recibidor era inmenso, con una gran escalera de mármol rosa que llevaba a las plantas superiores.
De pronto un berrido llegó desde el primer piso y resonó en el recibidor rebotando en las paredes abovedadas. Ella se asustó y estuvo a punto de abandonar la casa, pero la cifra que le habían prometido la hizo ser valiente. Subió las escaleras. Siguiendo el sonido del llanto llegó hasta una de las habitaciones que estaba al fondo del pasillo. Se armó de valor, respiró profundamente y entró. Era el cuarto de un bebé. En las paredes habían pintado un lecho marino con todo tipo de peces y crustáceos. Había peluches por doquier, móviles con estrellas colgados del techo y una pila de juguetes amontonados en un rincón. En el centro de la habitación había una cuna más grande de lo normal. Los lloros venían de allí. Se acercó tímidamente y dentro vio a un hombre de unos sesenta años vestido únicamente con un pañal. El hombre lloraba y pataleaba como si fuera un bebé. Ella ya estaba avisada, aun así, aquello le pareció de lo más extraño. Para darse ánimos pensó en todo el dinero que iba a cobrar. El hombre siguió berreando y a ella no se le ocurrió nada para calmarle, la extraña situación la dejó momentáneamente bloqueada. El hombre intensificó el volumen de sus lloros. Ella cerró los ojos y pensó en dinero, en montones de billetes. Entonces se sorprendió a si misma entonando una nana. Al principio solo fue un susurro pero al ver que el hombre se callaba ganó confianza y subió el tono de su voz. Tenía una voz preciosa, todo el mundo se lo decía, hasta sus familiares más cercanos la habían animado a estudiar canto. Así que cantó poniendo todo su empeño, con los ojos cerrados, rogando para que el hombre siguiese callado. Cuando terminó la canción abrió los ojos y se encontró con los del hombre, por un momento se mantuvieron la mirada, luego el hombre siguió llorando. Ella le acunó tratando de calmarle con el suave balanceo. Fue inútil. Entonó otra canción pero el hombre subió los berridos por encima de su voz y tuvo que dejarlo. Si fuese un bebé de verdad ¿qué es lo que haría? Lo cogería en brazos y lo acunaría estrechándolo contra el pecho. Pero claro, el hombre distaba mucho de ser un bebé. Dado que no se le ocurría otra cosa decidió intentarlo. El hombre era menudo, aun así tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas para levantarlo de la cuna. Anduvo con él en brazos hasta una silla. En cuanto lo sentó sobre sus rodillas el hombre dejó de llorar. Ella lo apretó suavemente contra el pecho y le susurró cosas bonitas, él se metió el pulgar en la boca a modo de chupete y emitió una especie de ronroneo. La escena le pareció ridícula. ¿Qué pensarían de ella sus seres queridos si la vieran de esa guisa? No quiso saberlo. Por muy absurda que fuera la situación lo prefería a tener que trabajar en una oficina cualquiera. Además estaba el dinero que ganaba. En su trabajo cuanto más extravagante era la tarea, más se cobraba.
El hombre dejó de chuparse el dedo y con la boca buscó uno de sus senos. Piensa en dinero, se dijo. Se abrió la camisa, se apartó el sujetador y cuando el pecho estuvo expuesto el hombre chupó del pezón. Aquello era una pantomima extravagante, pero ella no estaba allí para juzgar a nadie, así que siguió pensando en dinero. Al cabo de unos minutos el hombre dejó de chupar y adoptó cierta rigidez. Ella vio que la cara se le congestionaba y se ponía rojo como un tomate. En principio pensó en un ataque al corazón y llegó a preocuparse, luego, al notar el desagradable hedor comprendió que el tipo en vez de morirse lo que estaba haciendo era cagarse. También en eso estaba avisada. Dinero, kilos de dinero, toneladas de billetes. Los vio cayendo sobre ella, todo un chaparrón de billetes. Cargó con el hombre hasta una gran mesa y lo dejó encima. Luego se dirigió a uno de los armarios y buscó en su interior. Encontró todo lo necesario para el aseo: pañales, toallas, toallitas húmedas, esponja, gel, polvos de talco, palangana... Lo único que necesitaba era agua caliente. El cuarto de baño estaba detrás de una de las puertas del pasillo. Llenó la palangana con agua templada y regresó a la habitación donde aguardaba el hombre. El olor a mierda copada la estancia y al entrar por su nariz le provocó nauseas. Dinero, dinero, dinero, dinero y más dinero… Dejó la palangana sobre la mesa, se situó frente al hombre y se dispuso a cambiarle el pañal. Le hizo subir las piernas y extendió una toalla debajo. Luego, despegó las tiras adhesivas del pañal y dejó que la parte superior cayese sobre la mesa. Sintió el tufo golpeando su nariz y contuvo el aliento. Dinero, dinero, dinero, dinero, dinero, dinero, dinero… La mayor parte de las heces estaban pegadas al pañal, lo apartó con cuidado de no mancharse las manos y lo arrojó a una papelera. Mojó la esponja en la palangana y limpió los restos. DINERO, DINERO, DINERO, DINERO, DINERO… Cuando terminó, secó la zona concienzudamente con la toalla y le aplicó polvos de talco. El hombre metido en su papel de querubín pataleó alegre con su badajo colgando. Justo cuando se disponía a ponerle un pañal limpio, el hombre aflojó su vejiga y dejó salir un chorro de orina que los mojó a ambos. En eso no estaba avisada.

- Eres un niño malo.

El hombre sonrió y siguió pataleando. Ella regresó al cuarto de baño y sustituyo el agua sucia por otra limpia. De vuelta en la habitación, terminó el aseo del hombre y por fin pudo ponerle el pañal limpio. Lo llevó en brazos hasta la cuna y lo acostó en ella. Lo arropó y meció, rogando para que se quedase dormido. El hombre empezó a llorar. Ella entonó una nana.

No podía dormir.
Me asomé a la ventana.
Estaba la noche friolenta
tejiendo estrellas de lana…

Cantó con esa voz privilegiada que poseía.

…Estaban todas prolijitas
en punto “santa clara”.
La lunaovillo le prestaba
sus hebras color de plata
y el viento atrevido en las
sombras las enredaba…

Inmediatamente el hombre se sintió seducido por la canción y dejó de llorar. Era como escuchar a un ángel en estado de gracia. Cada nota que salía de su garganta era un sonido único y maravilloso.

…El sueño cerraba mis ojos.
Me despedí de la ventana
y me quedé pronto dormida…

Poco a poco el hombre fue quedándose dormido.

…contando estrellas de lana.

Ella respiró aliviada. Su trabajo estaba hecho, había seguido todas las indicaciones al pie de la letra y ya podía irse. Antes pasó por el cuarto de baño para limpiar en la medida de lo posible su camisa meada. Cuando estaba en ello, el hombre se asomó desde la puerta. Se había vestido con un albornoz de seda azul y fumaba de una pipa. Su inesperada presencia la asustó. Él se apresuró a calmarla ofreciéndole una camisa limpia, gesto que ella agradeció con una sonrisa.

- En el aparador del recibidor le he dejado un sobre.

Dicho esto, el hombre hizo una ligera inclinación de cabeza y subió por las escaleras que llevaban al segundo piso. Ella se cambió de camisa y bajó al recibidor. Efectivamente, encima del aparador había un sobre con una frase escrita: “Una voz preciosa”. Abrió el sobre y vio el dinero, mucho más de lo que le habían prometido. Salió de la casa feliz y satisfecha consigo misma. Metió el sobre en su bolso notando el peso de los billetes. Era por eso, y solo por eso, que trabajaba de puta y no de cantante.

® pepe pereza

miércoles, 22 de junio de 2011

EL ABUELO TENÍA RAZÓN - LUIS MIGUEL RABANAL

A la sombra feliz del cerezo la siesta cubría de bondad su cuerpo grande y las abejas huían de él como si el verano no poseyera más sentidos, ni más rincones olvidados la memoria. O se posaban mansamente sobre sus manos ya vencidas, al igual que el tiempo, es decir, esa pátina descolorida y atroz a la que llamamos tiempo sin querer, sin precisar su descalabro. Dormido junto a las fresas que alguien le robaba, metódicamente, cada día, aún le guarda la boina que de niño le dio para mejor asirse al sueño de sus cabellos blancos, de hombre que regresa muy cansado al origen y se ve desnudo, con sangre antigua cortada en las muñecas.
Pero el niño vendría muchísimo después de aquello. Y volvían a casa con puñados de cerezas para decirles que el coche, el único de entonces, se había llevado por delante a Sol, el perro de caza de su padre. O jamás lo dijeron. Volvían de una edad incruenta y cerca de ellos el deber los reclamaba a gritos. Serás boticario, le asegura desde su torpeza, cortándole el pelo que sobraba o leyendo del periódico para él noticias de un país enorme donde vivió con ansiedad de funesto y agredido: Argentina.
Juntos confiaban en pertenecer a alguien que reparara la vida sin ningún entusiasmo. Y por la tarde el pequeño supo de la frialdad de un rostro que amó y se perdió en la noche. Sobre la cama, al igual que en las siestas, un anciano, con certeza, contaba las veces que el niño de manos muy sucias ensangrentaba sus rodillas…
Miguel era un buen hombre.

© Luis Miguel Rabanal

FOTOGRAFÍAS DEL ÁLBUM FAMILIAR - MJ ROMERO

Cuando entré aquella tarde en casa de mi madre el corazón me dio un salto
un brinco abrupto y fuerte
sobre la mesa tenía desparramadas fotografías antiguas
color sepia
en blanco y negro
y amarillentas
no quise decir nada
solo miré atentamente a mi madre
intentando calcular la gravedad de su enfermedad

mi abuela
la madre de mi madre
o sea su madre
el año de su muerte había sacado todas la fotografías
y cada tarde las seleccionaba
unas al fuego
otras las dejaba en el álbum
otras nos las iba dando
después de su fallecimiento comprobamos que apenas quedaban fotografías en el álbum familiar de la abuela
que se habían ido muriendo con ella en las tardes de invierno

lo mismo hizo el marido de mi madre
mi padre
en sus últimos meses de vida las fue agrupando por orden de parentesco
y las había ido reviviendo en los días de un verano inacabado

las fotografías que mi madre tenía expuestas sobre la mesa del comedor
no eran suyas
se las había entregado su hermana el último día que fue al pueblo
porque ya nadie reconocía a los tíos-abuelos bisabuelos y amigos de estos
ya nadie acertaba a ponerles nombres
pero si la hermana de mi madre este verano revisa las fotografías del álbum familiar
he pensado que dada la trayectoria de la familia
quizá deberíamos empezar a despedirnos de ella.

© MJ Romero
http://alfaro-cuantosedevos.blogspot.com/

PRESENTACIÓN

Pop y literatura, ¿la misma broma de siempre? Posiblemente, aunque mejorada. Love of Lesbian se ha convertido en un referente con sus últimos discos, creando un universo donde toda una generación de fans de John Boy han encontrado su sitio. Como dice el periodista Jaime Oriz Almansa en el prólogo: Cada autor participante lo ha hecho de la mejor manera que le ha parecido; unos han optado por transmitir los sentimientos que le genera un tema; otros, por profundizar en el universo “lesbiano”; y hay quien ha decidido contar lo que le sucedió en su vida al escucharlos por primera vez. Que nadie espere un libro para fans de Love of Lesbian, pleno de guiños e intentando encumbrarlos un poco más; éste es un libro escrito por fans de Love of Lesbian, que es diferente.

Presentación de Nubes con la mente (Canto de Lupa, 2011) en Zaragoza será el próximo jueves 23 de Junio en el Poeta Eléctrico (Residencial Paraíso, 1) con la actuación de Nubosidad Variable, la mítica banda zaragozana cuyos miembros han decidido volver a subirse juntos a un escenario para celebrar la salida de este libro. Una ocasión única que uno no puede perderse.


Con diseño e idea de Víctor Montalbán, prólogo del periodista Jaime Oriz Almansa y textos de Isabel Bono, Christian Peribáñez, Daniel Gascón, Juan Manuel Gil, Víctor Guiu, Carmen Beltrán, Odón Serón, Juan Luis Saldaña, Octavio Gómez Milián, David Liquen, Javier López Clemente, Sofía Castañón, Julio A. Cuenca, Maite Puntes, Carmen Ruiz Fleta, Virginia Martínez, Charly Hernández y Enrique Cabezón.

La colección Canto de Lupa es una nueva propuesta de la editorial Comuniter, un lugar abierto para la narrativa, el ensayo y las colecciones de relatos (con su cara A y su cara B), ediciones cuidadas de tirada corta donde tendrán cabida experimentos y pasiones.

lunes, 20 de junio de 2011

PRUEBA de GSÚS BONILLA

No es una ocurrencia.

haz la prueba

hazme caso

retira la tapa

de una añcantarilla

—al azar—

la que quieras.

¿Te das cuenta?

ante ti:

un agujero

su fondo

agua turbia residuos

las ratas frotándose las manos

y

la mierda abriendose camino.

ahora ya sabes dónde está la poesía.


Menú del día a día. Gsús Bonilla. Baile del Sol, 2011
http://gsusbonilla.blogspot.com/

domingo, 19 de junio de 2011

MOMENTOS EXTRAÑOS - EL ABUELO

Groenlandia presenta el nuevo libro de narrativa: “Momentos Extraños”

De Pepe Pereza
Prólogo de M. J Romero
Epílogo de Adriana Bañares
Arte de Óscar Cardeñosa

EL ABUELO
Caminaba por el parque de la mano de María, su nieta de ocho años. Hacía un día estupendo. Daba gusto pasear por la sombra. Guiados por la pequeña habían encaminado sus pasos hasta los columpios. Allí había varios niños más y María pronto se sumó al grupo. El abuelo se quedó fuera, al otro lado de la verja, atento a cada uno de sus movimientos. María se había puesto a la cola para subir al tobogán, por delante tenía a dos niños mayores que ella. Después de que ellos se tirasen, María llegó al último de los escalones y antes de sentarse sobre la rampa llamó la atención de su abuelo para que la viese deslizarse. El abuelo sonrió y la saludó agitando la mano. Ella descendió y acabó aterrizando con el culo en el suelo. Ambos se rieron. María siguió jugando. El abuelo sonreía, pero su mente estaba muy lejos ocupada en otras preocupaciones. Al día siguiente, en torno a esa misma hora, le estarían operando. Sus pulmones además de viejos estaban rotos. Aquel podría ser el último paseo que diera con su nieta. Pese a todo, siguió sonriendo y jaleando cada uno de sus gestos.


® pepe pereza

Ya disponibles en el SCRIBD y en el ISSUU:


sábado, 18 de junio de 2011

¿QUIENES SON LOS VIOLENTOS?



"Como han borrado el video original os dejo algunos datos que se explicaron ayer. En el segundo 0:34 se ven a dos personas (hombre y mujer) con cascos de moto en la cabeza. Estos tipos son los que comienzan los altercados violentos, llevan cascos para protegerse y sobre todo para que sus compañeros les tengan localizados y así no golpearles. Luego cuando se descubre a los secretas se ve que en sus mochilas cargan con estos cascos y que se han quitado las sudaderas para no ser identificados".

Más información:

viernes, 17 de junio de 2011

TORTILLA DE PATATA de LUIS MIGUEL RABANAL

1
El beso que Casimiro me dejó posado en la cabeza como despedida la tarde del alta se podría parecer, lejanamente, a un acto de reparación para conmigo promovido por las personas que estaban próximas a mí, distintas a mi familia. Él, el hombre, que se desvivía por ayudarme con el agua, con la colcha, con el timbre de las noches, tan bien provisto de la amabilidad de viejo marinero, nada tuvo que ver nunca con aquellos desalmados. Lo del acto de reparación no sería muy acertado que digamos por poco que lo piense. La inesperada ternura de mi compañero de habitación no significaba más que un adiós a alguien que nunca más volveríamos a ver, y sin embargo creí entender un signo, como un pequeño relámpago, de que no todo estaba perdido. Al dolor de los días pasados y no sólo al dolor, a la impotencia y al terror sobremanera de permanecer en manos del dueño de las marionetas, se le sumaba entonces el regocijo de la tan deseada vuelta a casa. Una vez aquí comprobaría la realidad o irrealidad de los asuntos que allá arriba, en el puñetero hospital de los cojones, me acongojaban de manera tan intensa. O, por lo menos, eso pensaba…

2
Las frases que se han tenido que ir desgranando sin que nadie se oponga a tu voluntad estremecedora. Sin mucho sentido, igual que las miradas abandonadas en los lugares donde los fantasmas se prodigan como la enfermedad. Palabras para no recordar nunca o si no, dejarte llevar, majadero, hasta el paseo de los tristes y una vez allí morir con ella.
Cada día, cada tarde, muchísima más luz. Te llegan cartas vacías, cuyos mensajes hablan de fatalidad y caídas inesperadas en el recodo del pasillo. Cada día más luz, eso lo compensaría si pudieses tú sólo descifrarlo. Cartas de nadie, aparentemente de nadie, de quien aún no ha escrito nada que valga la pena. Y de repente, el vacío.
Bravuconadas del dolor, claro.

GROENLANDIA PRESENTA:

Groenlandia presenta su nuevo libro de poesía:

EL SALTO DEL COJO

Por Danilac

“Danilac es gracioso, simpático, cruel, sincero, ocurrente, ingenioso, estridente, serio, profundo, culto, inculto, justo e injusto. Y su poética, también. […] Es un provocador, no se conforma con construir un poema perfecto, sino que se ríe del propio poema, deconstruyéndolo y haciéndolo imperfecto para lograr, justamente, esa perfección demoníaca imposible de alcanzar para el resto de los mortales”.

(Ada Menéndez)


“Cuando alguien escribe con el sentido del humor y la ironía de Danilac la admiración se apodera de mí. La razón es bastante sencilla: jugar con los sentimientos, con las cotidianidades, las palabras y las rimas, a priori, es bastante sencillo, repito, a priori. La dificultad radica en lograr que el lector esboce una sonrisa al acariciar con la vista todas y cada una de las letras”.

(Ángel Muñoz Rodríguez)


Ya disponible en el ISSUU y en el SCRIBD:


Próximamente en la página Web.

Saludos
La jefa de Groenlandia
Ana Patricia Moya