sábado, 30 de abril de 2011

0-5

Esa tarde su equipo había perdido en casa por 0 a 5. El partido fue una humillación total para todos los hinchas, por eso, cuando salió del estadio se fue directo al primer bar que encontró. Intentó librarse del sentimiento de derrota a base de JB con hielo. Con cada balón que se coló en la portería de su equipo él recibió una patada en su vanidad. Él era el hincha más entregado de su equipo, el más apasionado, él era el que más alegría demostraba al celebrar los éxitos y el que más sufría cuando se perdía.
Esa tarde en especial estaba siendo muy dura. El sabor de la derrota no se le iba por más que se enjuagase con alcohol. Pidió otro y se lo bebió de un par de tragos. Estaba cabreado con los árbitros, con los jugadores de su equipo, con su entrenador, con la directiva, con el presidente, con la prensa deportiva rival, con la prensa en general, con sus compañeros de trabajo (que eran del equipo rival), con su encargado, con su jefe, con el camarero que le miraba por encima del hombro, con todo el mundo.
Abrió su cartera y vió que sólo le quedaba para otro whisky. Puso el dinero sobre la barra y le enseñó el vaso vacío al camarero.
Cuando salió del bar ya eran las tantas. Sabía que su mujer estaría esperándole malhumorada. Se la imaginaba con el ceño fruncido y la mirada dura, dispuesta a echarle en cara toda su mediocridad. Los únicos éxitos de su vida eran los de su equipo, por eso las derrotas resultaban tan humillantes. Cuando su equipo perdía la realidad se hacía evidente y las cosas se le presentaban tal y como eran. Por el contrario, cuando su equipo ganaba, él se aferraba a esa victoria como un náufrago a un tronco. Una victoria significaba una semana de éxito. Una victoria le otorgaba el derecho a burlarse de sus compañeros y de su equipo de mierda, una victoria camuflaba las irresolubles carencias de su matrimonio. Sin el bálsamo de una victoria él se sentía como lo que realmente era, un mierdecilla más en el gran hormiguero. El alcohol ingerido le atrofió pensamientos y equilibrio, no conseguía caminar en línea recta y empezaba a estar mareado. Un reflujo ácido trepó por su garganta y tuvo que apoyarse en una pared para poder vomitar. Un coche pasó tocando el claxon, sus ocupantes estaban asomados a las ventanillas blandiendo banderas del equipo rival. Ante semejante ofensa él les gritó unos insultos y luego siguió vomitando.
Al verle entrar por la puerta ella sintió miedo. Conocía esa mirada vidriosa y desencajada. Sabía que corría peligro, que en ese estado cualquier excusa le serviría para hacerla daño. Él se sentó a la mesa y exigió su cena. Ella se la sirvió en silencio, intentando evitar su mirada, sumisa por la cuenta que le traía. Él probó el plato y seguidamente lo escupió sobre el mantel. De inmediato, ella supo que esa noche recibiría una paliza, otra más. Gritó y despotricó, arrojó el plato y su contenido contra la pared, dando rienda suelta a toda su rabia contenida. Ella trató por todos los medios de mantenerse al margen, recogiendo lo que él había tirado, temblando por el miedo y la impotencia. Sin más, él la agarró por el pelo y, a puño cerrado, desahogó su frustración. Con cada golpe que le daba se estaba vengando de los árbitros, de los jugadores de su equipo, de su entrenador, de la directiva, del presidente, de la prensa deportiva rival, de la prensa en general, de sus compañeros de trabajo, de su encargado, de su jefe, del camarero que le miraba por encima del hombro, de los hinchas rivales que exhiben banderas, de los que tienen más que él, de los políticos, de los curas, de los que hacen las guerras, de los terroristas, de los banqueros, de las subidas de los precios, de su porquería de sueldo, de su mediocridad, del miedo de su mujer, del suyo propio, de todo el mundo.

© pepe pereza

BREVE MANIFIESTO EN CONTRA DE "ESTE" FÚTBOL por CLIFOR

1. El deporte, para mí, debe mantener unos valores éticos. Sin ellos, de nada vale ganar. Ni siquiera participar.

2. Al fútbol, mientras no se demuestre lo contrario, se juega con una pelota.

3. Entre el teatro y la violencia, me cuesta elegir: practiqué ambas disciplinas hace tiempo.

4. Si los jugadores, técnicos, aficionados y directivos hubiesen estado a la altura de los árbitros de los últimos tres clásicos, todo habría ido mucho mejor.

5. Y tú más.

6. Aquellos que desacreditan al rival por sistema, independientemente de lo que suceda,en el terreno de juego, no tienen mi favor. Lo siento.

7. He visto a las mentes más brillantes de mi generación destruídas por Mourinho.

8. Goebbels: periodista, diplomático y empresario español nacido en Lugo, a mediados de los años 50.

9. Conspiración (RAE): término que describe el estado de paranoia entre quienes justifican sus penas acusando al universo de atentar contra ellos. N.d.A: La conspiración no entiende de geografía.

10. La palabra más hermosa, por utópica, en este jodido país (y en el de ahí al lado) es autocrítica.

PUBLICADO POR CLIFOR EN

MALDICIÓN CONTRA JOSÉ MOURINHO de POETA NEORRABIOSO


Comandante Mourinho,
licenciado en persianas,
Napoleón el pequeño,
cerrajero productions,
tu fútbol
es la Capilla Sixtina
de la basura, tu fútbol
es una vaca coceando
las estrellas, tu fútbol
es un policía que no libra
en domingo, tu fútbol
se lo has copiado a las berzas,
se lo has copiado a las heces,
se lo has copiado a la OTAN,
se lo has copiado
al Ministerio de Defensa,
tu fútbol
me hace tanto pus
y tantas calaveras
que te maldigo, Mourinho,
yo te maldigo y deseo que
sea Messi tu farsalia,
que vaya a Wembley
Guardiola,
que sea la victoria
la risa
el escorzo
el ballet
Barcelona.

Publicado por Neorrabioso en http://neorrabioso.blogspot.com/

viernes, 29 de abril de 2011

EXPOSICIÓN DE PEDRO ESPINOSA

EXPOSICIÓN DE PEDRO ESPINOSA
Manos para qué os quiero
Del 3 al 31 de mayo
De 10 a 13:30 y de 17 a 20:30 todos los días menos domingos y lunes por la mañana

"CUENTO KILÓMETROS" de MARIO CRESPO

Cuento kilómetros, presentación interactiva en Zamora

No tener mucho que contar de mi viaje es algo que parece darle la razón al eminente doctor Johnson cuando, a finales del siglo XVIII, observa lo poco que los viajes por el extranjero enriquecen la conversación de quienes han estado en otros lugares. (Enrique Vila-Matas, “Dietario Voluble”)

Quizá de aquí, o de alguna otra cita como ésta, nace "Cuento kilómetros".

"Cuento kilómetros" es un compendio de relatos épicos obsesionados con la lírica, un cuaderno de bitácora contemporáneo, una crónica que se transformó en novela, una compilación de "Recuerdos inventados" (título de una obra de Vila-Matas)...

Presentación en Zamora

El viernes 6 de mayo, la presentación de “Cuento kilómetros” enZamora se transmitirá por Facebook a tiempo real desde la biblioteca pública municipal. Tanto el autor como el presentador (David Refoyo) interactuarán con los usuarios para contar kilómetros juntos y darle sentido completo a la obra: desde Zamora al mundo a través de la literatura.

Para participar se necesita darle a “me gusta” en la página “Cuento kilómetros” (pinchar aquí: http://www.facebook.com/pages/Cuento-kil%C3%B3metros/165755746780485

Conectarse el día 6 sobre las 20:30 horas, aproximadamente.

jueves, 28 de abril de 2011

HOY EN AVILÉS - SELIN - 3ª SEMANA DE LA EDICIÓN Y LA LITERATURA INDEPENDIENTE - PRESENTACIÓN DE NARRANDO CONTRACORRIENTE

3ª SEMANA DE LA EDICIÓN Y LITERATURA INDEPEDIENTE (SELIN)
Presentación del libro “Al otro lado del espejo – Narrando Contracorriente” (Ed. Escalera)
Intervienen: GSÚS BONILLA y DAVID GONZÁLEZ
Lugar: Carpa de la SELIN (Parque de las Meanas)
Hora: 19,00

UN FAVOR de DAVID GONZÁLEZ

Un favor

mi vida se ha convertido en un desierto
en el desierto de sonora pongamos por caso
arena cactus calaveras escorpiones y un sol
de justicia:

mi vida se está muriendo literalmente de sed

y de ella no espero ya ninguna cantimplora
o pozo con agua como tampoco un oasis

el oasis

si acaso
a ella a mi vida sólo me queda por pedirle
suplicarle un pequeño y último favor: el espejismo.


David González, En las tierras de Goliat

miércoles, 27 de abril de 2011

HOY NOCHE DE LOS LIBROS - MARATÓN DE POESÍA CRÍTICA

[Madrid] Miércoles 27 abril. Maratón de Poesía Crítica
21:05 h. – Gsús Bonilla / 21:15 h. – Diana García Bujarrabal / 21:25 h. – Luis Luna / 21:35 h. – Ángel Guinda / 21:45 h. – Javier Rodríguez Fernández / 21:55 h. – Lucas Rodríguez Luis / 22:05 h. – Noni Benegas / 22:15 h. – David Benedicte / 22:25 h. – David Bobis / 22:35 h. – María Ángeles Maeso / 22:45 h. – Matías Escalera Cordero / 22:55 h. – Antonio Crespo Massieu / 23:05 h. – Gonzalo Escarpa / 23:15 h. – Alberto García-Teresa / 23:25 h. – Micro abierto

PUBLICADO POR GSÚS BONILLA HTTP://GSUSBONILLA.BLOGSPOT.COM/

ESCRITORES RIOJANOS por DIEGO MARÍN - LARIOJA.ES

Los jóvenes golpean fuerte en la literatura
Diversas antologías y libros recopilatorios recogen la obra de varios escritores riojanos
DIEGO MARÍN A. | LOGROÑO.

Aunque el ritmo de publicación en La Rioja se ha visto reducido, eso no ha supuesto que los escritores estén parados. Numerosos libros, antologías y libros recopilatorios y colectivos a nivel nacional recogen los textos de jóvenes escritores riojanos. El ejemplo más claro es el de 'Beatitud' (Ediciones Baladí, 2011), un homenaje a la Generación Beat (Keruac, Burroughs, Ginsberg...) en la que participan Sonia San Román, Pepe Pereza, Carmen Beltrán y Lucas Rodríguez. «Esto indica que la literatura en La Rioja goza de una salud excelente», afirma Sonia San Román, que reconoce que «las influencias de la Generación Beat me llegan tamizadas a través del movimiento grunge, que es el que a mí me tocó vivir en los 90. Yo soy de la Generación X, y hemos heredado cierto pesimismo, descreimiento, evasión y rechazo de los valores tradicionales», explica la escritora.
Pepe Pereza, actor que en los últimos meses está inmerso en la literatura (y que ya ha publicado un e-libro), declara que su participación con el relato 'Eligiendo un camino' «habla de un viaje improvisado que hice en mi juventud, motivado por la lectura de libros como 'En el camino' de Jack Kerouac». Los participantes de este tipo de libros colectivos que proliferan en los últimos años se repiten en muchos casos y recuerdan a otros, como es el caso de 'Hank over' o la reciente edición de 'Vinalia Trippers'. El propio Vicente Muñoz Álvarez ha reactivado este popular fanzine de los 90 y, con portada del dibujante Miguel Ángel Martín, le ha procurado una edición de lujo. En ella colaboran los riojanos Pepe Pereza, Lucas Rodríguez, Enrique Cabezón, Adriana Bañares Camacho y Sonia San Román.
Es ésta última, junto a los logroñeses Cabezón y Nuria Ruiz de Viñaspre, la que repite, de nuevo, en otro libro más. Se trata de la antología 'Puta poesía' (Luces de Gálibo, 2010), «una modesta forma de solidaridad con las prostitutas y en particular con Hetaria», colectivo al que la editorial donará la totalidad de los beneficios obtenidos por la venta de este libro. Un total de 81 poetas se incluyen en esta obra, entre ellos, Karmelo C. Iribarren y Roger Wolfe. Pero aún hay más. 'Aldea Poética V. Poesía infantil. Dadaísmo en verso' (Opera Prima, 2011), que reúne a autores como Aute, Ouka Leele y Jesús Munárriz, también cuenta con San Román y Cabezón en sus páginas, y que ya participaron en la entrega anterior, la cuarta, dedicada al sexo.


Adriana Bañares, incluida en el libro 'Viscerales'
Otro nombre de mujer es el que más está sonando en el mundo literario local. Se trata de Adriana Bañares Camacho, logroñesa de 22 años que estudia Filosofía en Valladolid y que en el 2010 publicó el libro 'La niña de las naranjas', que recogía algunas de las entradas de su popular y homónimo blog. Recientemente ha sido incluida en 'Viscerales' (Ediciones del Viento, 2011), un libro apadrinado por el escritor Enrique Vila Matas y en el que se incluye a autores como Montero Glez. «Ha supuesto dar un salto muy grande en mi carrera literaria y significa mucho para mí», reconoce Adriana, y explica que «creo que es el género con el que más identifico (la escritura visceral) pese a ser un desconocido para las grandes editoriales». Próximamente verán la luz dos nuevas antologías poéticas en las que se incluye la obra de la joven escritora logroñesa: 'Nocturnos' (Editorial Origami) y 'Poetrastos' (LVR Ediciones).

SELIN - 3ª SEMANA DE LA EDICIÓN Y LA LITERATURA INDEPENDIENTE - PRESENTACIÓN DE NARRANDO CONTRACORRIENTE

3ª SEMANA DE LA EDICIÓN Y LITERATURA INDEPEDIENTE (SELIN)
Presentación del libro “Al otro lado del espejo – Narrando Contracorriente” (Ed. Escalera)
Intervienen: GSÚS BONILLA y DAVID GONZÁLEZ
Lugar: Carpa de la SELIN (Parque de las Meanas)
Hora: 19,00

martes, 26 de abril de 2011

PREMONICIÓN

Fue al pasar por la calle Sagasta, justo a la altura de la librería “Hermanos Ochoa”, cuando lo sintió. Una especie de calambre le puso en alerta, fue algo así como el sentido arácnido de Spiderman. Aunque en su caso más que el aviso de un peligro era algo más siniestro que no sabía identificar. Siguió caminando mientras analizaba la extraña sensación. Al salir de Sagasta para desviarse por la calle Portales la sensación le abandonó, y lo hizo tan deprisa como antes lo había atrapado. Entró en la biblioteca y se olvidó del asunto.
De regreso a casa, pasó de nuevo por la calle Sagasta, y justo a la altura de la librería volvió a tener la misma y extraña sensación que tuvo cuando pasó por allí una hora antes. Miró el escaparate de la librería buscando una pista, algo que aclarase lo que le estaba sucediendo. Ninguno de los libros que estaban expuestos llamó su atención. Adentró su mirada en el local, pero allí sólo estaba el dependiente y las estanterías rebosantes de más libros. Nada de lo que buscaba. Pero ¿qué era lo que buscaba? No lo sabía exactamente, le faltaban datos. Quizá la librería no era la que le producía ese desconocido sentimiento que le enfermaba por momentos. Tal vez era el propio edificio. Pensó en ello y algo en su interior le dijo que no iba descaminado. Cruzó de acera y observó el edificio como antes lo había hecho con la librería, es decir, con la esperanza de encontrar una pista, un resquicio que le aclarase el motivo de esa especie de premonición. El edificio era viejo pero bien conservado, constaba de cuatro plantas, con la fachada de color beige y ocho ventanales pintados de granate que le daban cierto relieve a la estructura. Por mucho que observó no encontró nada que le permitiese explicar el sentimiento que le perturbaba. No podía irse de allí sin aclarar el misterio. Entró en el bar que estaba al lado. Apenas había clientes, tan sólo un trío de abuelos que jugaban a la brisca sentados alrededor de una de las mesas del local. Se acercó a la barra y le pidió un café cortado. Después se acomodó junto a una mesa que estaba pegada al ventanal que daba a la calle. A través del mismo volvió la vista al edificio. Tenía que cerciorarse del porqué de la inquietud que le provocaba dicho edificio, necesitaba degustar la sensación que le embargaba tal y como lo haría un catador profesional que con su paladar es capaz de distinguir los numerosos componentes. Según recordaba la primera sensación fue de peligro, pero luego había determinado que más que peligro era… ¿Qué es lo que era? Lo tenía en la punta de la lengua… ¡Traición! Sí, algo así. Algo parecido a la traición. Aunque era más retorcido aún. Bebió un sorbo de café y se encendió un cigarro. Uno de los abuelos les reprochó a los otros dos la última jugada. Los tres se enzarzaron en una discusión en la que ninguno dio el brazo a torcer. Dejó a los ancianos con sus controversias y se concentró en el edificio que veía a través del ventanal. Obviamente el edificio tenía que ver con él, para ser más precisos, algo de lo que pasaba dentro del edificio tenía que ver con él. Sí, eso tenía su lógica. ¿Pero qué? Entonces su cerebro tuvo una revelación y lo supo: Ella, su mujer, estaba con un amante en alguna parte de ese edificio. Un escalofrío le recorrió el cuerpo. De inmediato trató de apartar la idea de su cabeza, entre otras cosas por descabellada y porque sólo se basaba en un estúpido presentimiento sin lógica alguna, pero no pudo. Lo que sentía era tan certero y real como el aire que respiraba. De acuerdo, sólo era un presentimiento, pero era un presentimiento especial. Muchas veces, al igual que cualquiera, había tenido presentimientos y sabía que no había que fiarse demasiado de ellos. Sin embargo, esa vez tenía plena seguridad en que dicho presentimiento ocultaba la verdad. Para salir de dudas decidió llamar a su mujer al móvil y preguntarle, así como quien no quiere la cosa, dónde estaba. Marcó su número y esperó con el aparato pegado a su oreja. Una voz metálica le dijo que el teléfono al que llamaba estaba apagado o fuera de cobertura. Eso no hizo más que confirmar sus sospechas. Pero ¿de qué sospechas hablaba? Al fin y al cabo, sólo tenía un presentimiento para culparla. Que sí, que el presentimiento era poderoso, de acuerdo, aun así no dejaba de ser eso, un presentimiento. Recapituló: al pasar por delante del edificio había tenido una premonición, hasta ahí todo era más o menos normal. Luego algo le dice que su mujer le está poniendo los cuernos en alguna habitación del edificio. Esto ya no era tan normal. Sin duda lo que se salía totalmente de la normalidad, rozando incluso lo subnormal, era hacer caso del presentimiento. Eso, con mucho, era lo más descabellado que había hecho en su vida. Estuvo a punto de levantarse y salir del bar. En lugar de eso permaneció pegado a la silla en la que estaba sentado sin apartar la vista del edificio que tenía enfrente. Apagó el cigarro ya consumido y se encendió otro. El café se estaba enfriando y los abuelotes después de haber aclarado sus rencillas seguían apostando a las cartas. Se estaba jugando su felicidad conyugal por un simple presentimiento. Eso sí que era apostarlo todo a una carta. Al menos, los abuelos apostaban siendo conscientes de su juego, pero él lo hacía a ciegas. Hizo un nuevo conato de levantarse. Su cerebro le decía que regresara a casa y se olvidara de todo. Permaneció sentado. Su corazón, al contrario que su cerebro, le obligaba a seguir junto al ventanal, vigilando. Notaba la presencia de su mujer dentro del edificio como percibía los pálpitos de su corazón. No era un simple presentimiento. En esos momentos lo sintió como una certeza y por eso siguió pegado a la silla. Estaba tan convencido de la presencia de su mujer dentro del edificio que pensó en salir del bar, dirigirse directamente a los timbres del portero automático y llamar a todos y cada uno de ellos. Fuera para bien o para mal, no veía otra forma de aclarar sus sospechas y acabar de una vez por todas con la absurda situación.
Cuando quiso darse cuenta estaba cruzando la calle. Llego al portal y alargó la mano hacia el panel de los timbres, pero antes de atreverse a presionar alguno se acobardó. Retiró la mano y, como si quisiera esconderla de su vista, se la metió en el bolsillo del pantalón. ¿Qué coño estaba haciendo? ¿Dar rienda suelta a sus celos y su desbordaba imaginación? ¿Qué motivos tenía para sospechar de su mujer? Ninguno. Entonces ¿por qué coño hacía lo que estaba haciendo? No halló respuesta alguna. Cruzó de acera y entró de nuevo en el bar. Pidió otro café y ocupó el mismo sitio junto al ventanal. Los abuelos seguían con la brisca, levantando el tono de sus voces cuando se llevaban una mano o maldiciendo por las cartas que les habían tocado. Él se encendió un cigarro sin apartar la vista del edificio. Se sintió ruin por sospechar sin motivos de su mujer y quiso disculpar su presencia en el bar pensando que por estar allí sentado tomando un café no hacía daño a nadie. Así que bebió un sorbo de la taza y siguió esperando.

© pepe pereza

RELATO DE FIFO (MIGUEL BERGASA)

- Pero por qué te paras ahora? Joder!
- No sé qué me pasa. Dijo ella quitándoselo de encima como pudo.
- Déjame ¡Joder ya casi estaba.
- No me apetece follar, ya está. Déjame en paz.
- Pero si eras tú la que querías.

Ella se levantó y se cubrió con una sábana y dirigiéndose hacia la ventana miró hacia la calle como buscando a alguien.

- Me puedes explicar que coño te pasa. ¿Qué coño haces ahora mirando por la ventana?
- No se… Pienso que mi marido está abajo.
- ¿Estás loca? ¿No decías que iba a estar toda la tarde en la biblioteca?
- Ya. Es sólo una premonición
- Joder con las premoniciones.

® Fifo (Miguel Bergasa)

Este anexo es la continuación del relato “Premonición”