lunes, 1 de marzo de 2010

EL GUARDIÁN DE TUS SUEÑOS

20 INTERIOR / SALÓN / DÍA.
Daniel entra en el salón seguido de Jesucristo, ve que Ana está dormida en el suelo, junto a un plumero y los trozos dispersos de un jarrón.

JESUCRISTO
La mayoría de los grandes artistas, en un momento dado de sus vidas, me han elegido a mí para ser el instrumento de su arte…

Daniel se acerca a su mujer.

DANIEL
Quieres dejarme en paz…

JESUCRISTO
Tranquilízate, ella está bien. Sólo duerme.

DANIEL
Podría haberse echo daño al caer…

Daniel le quita el pelo a su mujer de delante de los ojos y le acaricia la mejilla con uno de sus dedos.

JESUCRISTO
Te digo que está perfectamente, confía en mí, soy el hijo de Dios…

DANIEL
Ya te he dicho que no creo en ti y menos en tu padre.

JESUCRISTO
Volviendo al tema que nos interesa… ¿Qué te parece si basas tu historia en mi adolescencia? Esa es una etapa de mi vida que no conoce nadie.

DANIEL
No me interesa.

JESUCRISTO
Te podría contar algunas anécdotas divertidísimas de esa época.

DANIEL
No me interesa.

JESUCRISTO
(Perdiendo la paciencia)
No puedes dejar pasar está oportunidad.

DANIEL
He dicho que no y es que no.

JESUCRISTO
Serías idiota si lo dejas pasar.

Daniel se incorpora cabreado.

DANIEL
No voy a consentir que te cueles en mi casa para insultarme.

Daniel se acerca a Jesucristo y lo empuja hacia la salida.

DANIEL
Quiero que te largues ahora mismo.

JESUCRISTO
Escúchame…

DANIEL
Ya te he escuchado bastante y no quiero oír más gilipolleces.

JESUCRISTO
Por favor, un segundito...

DANIEL
Fuera…

Daniel le empuja hacia la puerta. En un momento dado Jesucristo le devuelve el empujón.

JESUCRISTO
(Empujándole)
Deja de empujarme, joder.

Daniel le devuelve el empujón y Jesucristo a su vez se lo devuelve una vez más. Parecen dos chiquillos empezando una pelea.

DANIEL
O te vas tú o te echo yo, tú eliges.

JESUCRISTO
¿Tú y quien más?
.
DANIEL
No me obligues a darte una paliza.

JESUCRISTO
Muy bien, tú lo has querido…

Jesucristo se remanga las mangas de la túnica con chulería barriobajera.

JESUCRISTO
…Te voy a dar una lección.

Daniel aprovecha para quitarse el reloj y dejarlo encima de la mesa.

DANIEL
Eso lo veremos.

Jesucristo se pone en guardia, listo para boxear. Daniel hace más o menos lo mismo.

JESUCRISTO
Yo estoy listo, cuando quieras.

DANIEL
No valen golpes bajos ni milagros.

JESUCRISTO
No necesito milagros para darte una paliza.

Daniel lanza un directo que Jesucristo esquiva con un movimiento de cintura. Jesús contraataca con gancho que va ha parar a la mandíbula de Daniel.

JESUCRISTO
¡Comete esa, capullo!

Daniel cae al suelo sin sentido. Queda tumbado cerca de donde está dormida su mujer.


CORTE / MISMO SITIO/ DÍA.
Ana y Daniel siguen tumbados en el suelo del salón, ambos duermen…
Al poco, Ana se despierta y ve a su marido pegado a ella. Le besa en la mejilla, se incorpora y sale del salón. Daniel sigue durmiendo sin ser consciente de los movimientos de Ana. Ésta entra con una manta y un cojín, le echa la manta por encima y le coloca el cojín debajo de la cabeza. Después recoge los restos del jarrón, procurando no hacer ruido. Cuando ha recogido todos los pedazos sale del salón.

Continuará…

* NOTA DEL AUTOR: Lo escrito en gris son alucinaciones de Daniel.

3 comentarios:

Mercedes Pinto dijo...

Resulta muy interesante cómo la mente de Daniel aprovecha sus alucinaciones para hacer que se enfrente a problemas existenciales como la fe. Él afirma no creer en Jesucristo ni en Dios, pero lo cierto es que más bien parece luchar por no creer.
Un abrazo.

Luisa dijo...

Bueno, hay que reconocer que no es una manera muy ortodoxa de que por fin se quede dormido Daniel, pero sí efectiva. Ana tiene narcolepsia (creo que se llama), qué chungo. Espero que cuando Daniel despierte tenga las ideas más claras.
Me ha gustado esa pose de gallitos que adquieren los dos. Muy original.

Seguimos, Pepe.

Anónimo dijo...

Me está gustando mucho el guión, divertidísima esta escena...