martes, 25 de mayo de 2010

RELATO


He aquí una mierdecilla de relato que he encontrado mientras enredaba en los archivos más olvidados de mi ordenador. Lo escribí allá por el año1994. No ha pasado tiempo ni ná.

LA TRAGICA Y PATÉTICA MUERTE DEL REY DE LOS MONOS
Sobre la inmensa maraña de árboles resuena el famoso grito del Rey de los monos, Tarzan. Los distintos animales giran sus cabezas hacia el lugar de donde proviene el grito. Éste se interrumpe de golpe dando paso a una serie de graves tosidos.
Tarzan está de espaldas apoyado sobre el tronco de un árbol situado al lado de tres pequeños montículos de tierra. Sobre los montículos están clavados unos palos, en cada uno de ellos hay un nombre toscamente grabado a chuchillo. En el primero y más grande está escrito: JANE (con la n al revés) y en los otros dos: CHITA y BOI. Tarzan está en pleno ataque de tos. Se le nota bastante castigado por los años (setenta y pico). Aunque no está calvo ha perdido gran parte de su pelambrera y la poca que le queda es de color gris claro. Luce una espléndida barriga que sobresale por encima de su típico taparrabos de piel de leopardo. Cuando consigue dominar el ataque de tos se gira y escupe una flema considerable, con la mala fortuna que el esputo le va a caer en pleno pecho, quedando un hilo de saliva entre el labio y el pectoral. Abatido arranca las hojas del suelo y se limpia el escupitajo con ellas. Cuando ha terminado nota un escozor y se percata que las hojas que ha cogido son ortigas. Refunfuñando las arroja lo más lejos que puede pero esto no evita que le salga un gran sarpullido en el pecho. Una última mirada hacia las tumbas y decide ponerse en camino. Unos metros por encima de su cabeza cuelga una liana. Salta para cogerla pero no llega. Lo vuelve a intentar tomando más impulso. Tampoco está vez lo logra. Molesto consigo mismo, retrocede unos metros para tomar carrerilla. Se lanza a la carrera y cuando está a punto de llegar a la liana ejecuta el salto. Tampoco lo consigue. Decepcionado emite unos cuantos gruñidos. Se va hacía el árbol e intenta escalarlo. El tronco es demasiado grueso para sus brazos, aun así consigue trepar un par de metros. De pronto se queda sin fuerzas. La rama más cercana a la que podría agarrarse queda a metro y medio de su alcance. Hace un último esfuerzo y consigue llegar hasta ella. La agarra, pero la rama es demasiado fina para soportar su peso. Tarzan cae con la rama aferrada a su mano, dándose un espectacular costalazo contra el duro suelo. A consecuencia del golpe se queda sin aire que intenta recuperar a base de espasmos. Lo logra al cabo de un buen rato. Muy lentamente y con crujidos por todo su cuerpo consigue arrastrarse hasta el pie del árbol. Se recuesta contra el tronco y llevándose las manos a la cara se echa a llorar ¡Patético! Cuando se calma desenfunda su cuchillo y muy dignamente se abre las muñecas con él. La sangre fluye. Tarzan clava el cuchillo en el suelo y mientras se deja morir contempla por última vez la selva en la que un día fue el rey.


® pepe pereza

6 comentarios:

Ana Márquez dijo...

Cuando yo tenía siete años estaba perdidamente enamorada de Jonhny Weismuller. No me perdía una película, soñaba con él por las noches. Todas las demás niñas querían ser de mayores azafatas o enfermeras. Yo no. Yo de mayor quería ser Jane. Gracias por este relato tragicómico que me ha recordado aquel sentimiento perdido :-) Saludos!

Thornton dijo...

Qué maravilla de relato. Eres un genio y no me canso de repetirlo.
Retira inmediatamente lo de "mierdecilla".
Con el paso de los años aprendemos que cuando en el cine leemos la palabra FIN no es verdad. La vida no se detiene en ese largo beso del chico y la chica. La vida sigue y "la verdad desagradable asoma".
Pepe, me has dejado impactado.
Un abrazo.

Mercedes Pinto dijo...

Muy bueno, pero hay que tener mala idea (por decirlo finamente) para desmitificar a mi ídolo. ¡Ay!, es que veo a mi Tarzán con el hilo de babas sobre la barriga...
Un abrazo.

Ico dijo...

a mi me encantaba Jane, claro, cuántas tardes de domingo viendo esa película en el cine.. jjaja. qué fin más poco honorable, pobre tarzan, pero qué muerte lo es.

José Luis Moreno-Ruiz dijo...

He abierto nuevo blog, así son las cosas: Contradiarios Moreno-Ruiz (http://moreno-ruiz.blogspot.com).
Un saludo,
JL

jens peter jensen silva dijo...

me encanta!!!!
Muchísimo, qué hijo puta...
abrazo