Eso no quiere decir que no publique más contenidos, relatos, eventos literarios y demás, pero en caso de que no tenga tiempo para ello, al menos, con el guión me aseguro publicar una vez al día durante un tiempo. El guión se titula “El guardián de tus sueños” y por haceros un breve resumen os diré que trata sobre los problemas cotidianos de una pareja. El tipo es guionista y sufre de insomnio mientras que su compañera padece Narcolepsia.
Espero que os guste.
EL GUARDÍAN DE TUS SUEÑOS
1 / EXTERIOR / CALLE DEL CASCO ANTIGUO / DÍA.
Soleado día de otoño. Raimundo camina por una calle del casco antiguo cargando con una bolsa de viaje en su hombro. (Raimundo es un hombre de estatura media y de cincuenta y tantos de edad, pero bien conservado. Viste con gabán negro y sombrero de fieltro a juego.) En dirección contraria avanzan un gran grupo de ciegos de la ONCE que visitan el casco antiguo de Logroño en una de esas visitas culturales subvencionadas por el ayuntamiento. Todos llevan sus gafas negras y sus bastones blancos, con los que golpean el suelo montando un gran escándalo. El único vidente es su guía, un tuerto con una leve cojera en la pierna derecha. No muestra ningún interés por su trabajo, dice de carrerilla la verborrea que suelta desde hace horas.
GUÍA
Admiren los relieves esculpidos en la piedra, el contenido de sus formas. Contemplen su grandioso esplendor... Bien, ahora, síganme por esa callejuela de ahí...
Los invidentes siguen al tuerto, más que nada, guiados por su oído. Raimundo llega hasta los ciegos, intenta sobrepasarlos pero son muchos y se ve atrapado en medio sin posibilidad de poder seguir su camino.
RAIMUNDO
Por favor, me permiten pasar... Es solo un momento...
Los invidentes se sienten un poco confusos con la situación y no terminan de aclararse. Raimundo sigue intentando salir del cerco en el que se ha metido.
RAIMUNDO
Por favor... Si son ustedes tan amables...
Viendo que no puede salir Raimundo opta por otra estrategia.
RAIMUNDO
¡Cuidado! Hay una mierda en el suelo.
Inmediatamente los ciegos se apartan para no pisarla. Raimundo aprovecha y sale del cerco. El tuerto sigue con sus explicaciones.
GUIA
Eso de ahí enfrente es la iglesia del Apóstol Santiago. La escultura ecuestre es una de las más significativas ya que el artista dotó al equino de unos impresionantes atributos...
Raimundo continúa su camino hacia El Chutas, una tasca donde normalmente desayuna, come, merienda y cena. Llega hasta la puerta y entra.
2 / INTERIOR / TASCA / DÍA.
El sitio por dentro es un tanto sórdido, como lo son todos los garitos de la zona. Pero éste al menos está limpio y el polvo nunca se acumula encima de las botellas. Las comidas se sirven calientes y son caseras. Sin más, las sardinas con guindillas son conocidas en todo el barrio y en ningún sitio se encuentran a mejor precio. Y Carmela, la dueña, si no la coges de malas es de trato agradable. Con sus cuarenta primaveras todavía está de muy buen ver. En ese momento hay unos pocos obreros, desparramados por las mesas, apurando sus humeantes platos. Un travestí con ropa llamativa y exceso de maquillaje, que responde al nombre de Clara, ve entrar a Raimundo y se le acerca con muchos aspavientos.
CLARA
¡Joder, chato! Hace días que intento localizarte.
RAIMUNDO
¡Hola Clarita!
CLARA
Me tenías muy preocupada.
RAIMUNDO
Déjame saludar a Carmela y enseguida estoy contigo.
CLARA
Mueve ese culo que tenemos trabajo.
RAIMUNDO
¡Clarita, bonita!... Un minuto…
CLARA
Date prisa que tenemos cosas que hacer.
Detrás del mostrador, Carmela corta una cebolla en rodajas. Raimundo se planta delante con una sonrisa de oreja a oreja. Carmela sigue cortando la cebolla sin hacerle el menor caso. Raimundo deja la bolsa de viaje en el suelo, se echa la mano al bolsillo, saca una cajita envuelta en papel de regalo y la deja sobre la barra.
RAIMUNDO
Te he traído un regalo.
Carmela, haciéndose la dura, se seca las lágrimas de la cara con el mandil y sigue con la cebolla.
RAIMUNDO
¿No lo abres?
CARMELA
Vergüenza tendría que darte.
RAIMUNDO
¡Joder, Carmela! No he podido venir antes. He estado fuera trabajando.
CARMELA
¿Trabajando?
RAIMUNDO
Sí, trabajando...
CARMELA
A saber en qué negocios estás metido.
RAIMUNDO
Por favor, Carmela. No te pongas en plan cínico que sabes que no lo soporto.
CARMELA
Y yo no soporto que desaparezcas durante días y no seas capaz de llamarme por teléfono o dejarme un aviso.
RAIMUNDO
¡Venga, mi amor! No te enfades.
CARMELA
(Mirando por primera vez hacia la cajita)
Sea lo que sea, no lo quiero.
RAIMUNDO
Son unos pendientes preciosos que te van ha encantar.
CARMELA
Ya te he dicho que no los quiero.
RAIMUNDO
Venga amor, no seas así…
Viendo que Clara le apremia.
RAIMUNDO
Ahora mismo vengo y seguimos hablando.
CARMELA
¿Quieres que te prepare algo de comer? Pareces cansado y tienes muchas ojeras.
RAIMUNDO
¿Quedan pimientos rellenos?
CARMELA
Ahora te los preparo.
RAIMUNDO
Gracias.
CARMELA
¿No me vas a dar un beso?
RAIMUNDO
Luego.
CARMELA
Te va ha preparar los pimientos tu puta madre. ¡Cabrón!
Raimundo se acerca hasta Carmela e intenta besarla pero ella le aparta la cara. Raimundo se da por vencido y se aleja de la barra para ir donde está esperándole Clara. Juntos se dirigen hacía una especie de reservado.
Continuará
4 comentarios:
Me alegro de que ahora nos dejes estos guiones olvidados, espero a seguir leyendo.
Un abrazo Pepe
¡Viva la diferencia!
Un abrazo.
Pero, Pepe, ¿dónde tenías este teroso escondido? Me encanta, tiene una pinta estupenda, ya siento cerca a Raimundo, Clara y Carmela. Gracias por regalárnoslo.
Un abrazo.
Paz, siempre es una alegría encontrarte por aquí. Una alegría y un placer. Espero que tus ánimos estén mucho más elevados y que las cosas hayan mejorado para ti.
La verdad es que en su día puse mucho esfuerzo y amor en escribir estos guiones. Y aunque no interesasen a ninguna productora, me conformo con que os gusten a vosotros.
Un besazo enorme.
Thornton, amigo, que ganitas tengo de sacar un poquito de tiempo para pasarme la tarde en tu club brindando contigo.
Abrazo
Mercedes, te digo lo mismo que a Thornton. Dejé tu novela a medias y tengo que recuperar y ponerme al día con los nuevos capítulos que has publicado. También quiero darte las gracias por tus comentarios, por tu fidelidad y por esta amistad que, noto, se empieza a fraguar entre tú y yo.
Besazo
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