Zebulon
Rudolph Wurlitzer
Traducción de Irene Oliva Luque
Tropo
Barcelona, 2017
327 páginas
Tal vez la novela fronteriza más esperada en años. Con
todo lo que ello puede significar: la frontera como espacio y no como línea es
un lugar donde las leyes se van construyendo a medida que se van sucediendo los
acontecimientos, a medida que una u otra presencia destaca por sus golpes o su
pasado, a medida que se impone uno de los posibles relatos.
Por otra parte, el autor del guión de una de las
grandes obras maestras del cine, Path Garreth y Billy the Kid, bien se merecía
acudir a nuestra estantería. Dados como están los tiempos, es hora de que los
guionistas entren en las quinielas del premio Nobel de literatura. El género se
lo está ganando.
Imagina
que acampas una noche en el bosque con tus colegas Cormac McCarthy y Denis
Johnson, y que eventualmente fumáis hachís en pipa. Junto con muchos años de
terapia, este libro sería el resultado de esa noche.
Zebulon, la quinta novela de
Wurlitzer, es un western psicodélico que invita a explorar el oeste americano y
la idea de frontera. Arranca en las montañas del Colorado y termina en los
confines del lejano noroeste, un viaje que incluye los comienzos de la
revolución mexicana, un viaje a lo largo del Golfo de México hasta Panamá, y de
ahí hasta la costa de California, San Francisco y los campos dorados.
La narración se centra en la historia de Zebulon, un áspero cazador de pieles
procedente de las montañas que ha sido maldecido por una misteriosa nativa
americana cuyo amante ha sido asesinado. Desde ese momento se dirigirá hacia
San Francisco vía el canal de Panamá seducido por la fiebre del oro; perseguirá
a su amante prostituta abisinia, se convertirá en un conocido forajido e
incluso morirá varias veces a lo largo del camino. Durante su travesía, Zebulon
se involucrará en una serie de trágicos triángulos amorosos, será testigo de la
muerte de sus padres y confrontará las cuestiones seculares de la vida, el amor
y la muerte antes de desaparecer en el reino sombrío de los mitos y las
leyendas.
Como en la mayoría de las obras de Wurlitzer,
un autor de culto americano inédito en nuestro país hasta la fecha, Zebulon está
poblada de gente solitaria en permanente tránsito. Pero el viaje de Zebulon no
es sólo geográfico. Su viaje transcurre entre los sueños y la realidad, entre
lo místico y lo real, entre la independencia fronteriza y el deseo monógamo.
Sus viajes pueden ser leídos como un intento de superar la avaricia y el
aburguesamiento, como el esfuerzo por poner algo de orden en el Lejano Oeste.
Con el cameo del Comodoro Vanderbilt, este libro también aborda la brutalidad
cíclica de la historia americana. Pero gracias a su argumento surrealista y a
los chispeantes diálogos de sus personajes vagabundos —que recuerdan a Joy
Williams y a un temprano Thomas McGuane—, esta novela nunca se siente como un
manual de historia. Es un libro único que no sólo expone grandes ideas, sino
una audaz inteligencia para sacarlas a la luz.
Rudolph
Wurlitzer «El más grande
escritor americano», Library Journal. Su primera novela, Nog, fue
publicada en 1969. En 1970 escribió la beckettiana Flats y
cuatro años más tarde la novela postapocalíptica Quake. En
los años setenta, simultaneando su oficio de escritor, trabajó en Hollywood
escribiendo guiones de cine. En 1971 su obra Two Lane Blacktop fue filmada por Monte Hellman y
protagonizada por Warren Oates con el cantante James Taylor y el Beach Boy
Dennis Wilson. En 1984 publicó Slow Fade, novela que recibió el influjo
escribió del western de Sam Peckinpah Pat Garrett and Billy the Kid (para la
que escribió el guión), interpretada por Kris Kristofferson y cuya banda sonora
compuso Bob Dylan.
«Fascinante. El
western que Céline podría haber escrito», Times Literary
Supplement of
London
«[Una]
novela divertida e inquisitiva [que] invita a los lectores a revisar sus ideas
sobre la idea de frontera y la libertad personal», Wall
Street Journal.
«Un
hipnótico cuento de poesía y amor místico», PATTI SMITH
«Las
mujeres de Wurlitzer hacen que Deadwood parezca Bonanza»,
ROBERT DOWNEY SR.