- ¿Seguro que no te da asco?
- Seguro.
- Me lo prometes.
Estábamos en pleno acto amoroso cuando te bajó la regla.
- Te lo prometo.
- ¿Estás seguro?
Para demostrártelo llevé mi mano a tu coño, te introduje un par de dedos, los saqué manchados de sangre y con ella me pinté la cara, como un guerrero que se prepara para la batalla. Pinturas de guerra en mi rostro pálido para continuar con la lucha amistosa de nuestros cuerpos. Un gesto, quizá demasiado teatral, para hacerte ver que no había nada en ti, o que procediese de ti, que me diera o causara asco.
® pepe pereza (Amores breves)
4 comentarios:
Lo mejor es esa frase:
hacerte ver que nada de tí podría darme asco.
Nada es demasiado teatral nunca.
Hay que aderezar con emociones cada momento, Pepe.
Creo que le has apuntado a lo del amor en su forma más literal.
nada da asco... o casi nada
la imagen que has elegido me encanta hace días pinté una india parecida, así con una mejilla en rojo.
besicosss
GRACIAS A LOS TRES
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