1 Bis / EXTERIOR / CEMENTERIO / DÍA.
Raimundo sigue frente a la tumba de su amigo y maestro. Por el fondo dos hombres de gran estatura y corpulencia, vestidos con trajes oscuros se acercan portando una corona de flores. Se llaman Tasio y Germán.
TASIO
Hola Raimundo. Mi más sentido pésame.
GERMAN
Lo mismo digo.
RAIMUNDO
Gracias amigos.
TASIO
(Refiriéndose a la corona de flores)
Le hemos traído esto.
GUZMÁN
Un pequeño detalle.
Tasio deja la corona sobre la lápida.
RAIMUNDO
Gracias. Seguro que él os lo agradece desde donde quiera que este.
GUZMÁN
Era un gran hombre.
RAIMUNDO
El mejor.
Raimundo vuelve a beber de la botella de anís, después se la ofrece a sus dos acompañantes.
TASIO
No gracias, el anís no me sienta bien y tengo el estomago vacío. Aun no hemos tenido tiempo de almorzar.
Raimundo le ofrece la botella a Guzmán.
GUZMÁN
No. Es muy pronto.
RAIMUNDO
¡Joder, siempre se van los mejores!... En cincuenta años de profesión jamás tuvo un problema con la pasma… Jamás dejó de cumplir un encargo. Era el puto amo.
TASIO
Solo a él se le ocurriría tener como tapadera un carrito de chucherias para los críos.
GUZMÁN
¿Os acordáis cuando registraba a los chavales porque pensaba que le habían robado una bolsa de pipas o una piruleta?
Todos sonríen recordando al fallecido… Raimundo echa otro trago y deja la botella sobre la lápida.
RAIMUNDO
A él siempre le gustó el anís… Os agradezco que hayáis tenido el detalle de venir, a él le hubiera gustado…
TASIO
No te ofendas Raimundo, pero no hemos venido por él.
GUZMÁN
Don Paco nos envía a buscarte a ti. Por lo visto, quiere que le soluciones un problemilla.
CONTINUARÁ…
Raimundo sigue frente a la tumba de su amigo y maestro. Por el fondo dos hombres de gran estatura y corpulencia, vestidos con trajes oscuros se acercan portando una corona de flores. Se llaman Tasio y Germán.
TASIO
Hola Raimundo. Mi más sentido pésame.
GERMAN
Lo mismo digo.
RAIMUNDO
Gracias amigos.
TASIO
(Refiriéndose a la corona de flores)
Le hemos traído esto.
GUZMÁN
Un pequeño detalle.
Tasio deja la corona sobre la lápida.
RAIMUNDO
Gracias. Seguro que él os lo agradece desde donde quiera que este.
GUZMÁN
Era un gran hombre.
RAIMUNDO
El mejor.
Raimundo vuelve a beber de la botella de anís, después se la ofrece a sus dos acompañantes.
TASIO
No gracias, el anís no me sienta bien y tengo el estomago vacío. Aun no hemos tenido tiempo de almorzar.
Raimundo le ofrece la botella a Guzmán.
GUZMÁN
No. Es muy pronto.
RAIMUNDO
¡Joder, siempre se van los mejores!... En cincuenta años de profesión jamás tuvo un problema con la pasma… Jamás dejó de cumplir un encargo. Era el puto amo.
TASIO
Solo a él se le ocurriría tener como tapadera un carrito de chucherias para los críos.
GUZMÁN
¿Os acordáis cuando registraba a los chavales porque pensaba que le habían robado una bolsa de pipas o una piruleta?
Todos sonríen recordando al fallecido… Raimundo echa otro trago y deja la botella sobre la lápida.
RAIMUNDO
A él siempre le gustó el anís… Os agradezco que hayáis tenido el detalle de venir, a él le hubiera gustado…
TASIO
No te ofendas Raimundo, pero no hemos venido por él.
GUZMÁN
Don Paco nos envía a buscarte a ti. Por lo visto, quiere que le soluciones un problemilla.
CONTINUARÁ…
3 comentarios:
Pero vamos a ver, ¿Raimundo no había muerto? Creo que tengo que releer el primer capítulo. Me he perdido un poco.
Sigo aquí.
Mercedes, deduzco que ayer no te leíste el capitulo correspondiente, quizá porque iba detrás del relato de David González. Échale un ojo.
Besos
que bueno señor, como me mola este rollo "siciliano", espero la continuación, el ambiente, los personajes....me flipa Pepe.
Fuerte abrazo
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