Así empieza El Mescalito de Hunter S Thompsom
16 de febrero de 1969
De vuelta en Los Ángeles, de vuelta en el Continental Hotel… atosigado de píldoras y sándwiches y Old Crow y una botella de Louis Martini Barbera recién terminada, mirando por el balcón del piso once a una ambulancia policíaca que deja un surco
aullante por el Strip en dirección al Whisky-à-Gogo,donde solía sentarme a la tardecita con Lionel a charlar con las putas de franco… Mientras miraba el panorama desde allá arriba, cuatro hippies en pantalones oxford, dos parejitas, haciendo autoestop hacia Hollywood, me vieron acá arriba y me saludaron con la mano. Yo contesté el saludo y ellos me dedicaron la V de la victoria, y yo se la devolví. Entonces uno de ellos me gritó: “¿Qué estás haciendo allá arriba?”. Y yo contesté: “Estoy escribiendo sobre ustedes, los enfermitos de las calles”. Seguimos así un rato, sin comunicarnos mucho, me sentí como Hubert Humphrey en Grant Park.* Si Humphrey hubiese tenido balcón en aquella suite del piso veinticinco del Hilton, quizá se habría comportado de otra manera. No es lo mismo mirar por una ventana. Asomarse a un balcón es como estar en un trampolín. De todas maneras, me impresionó un poco la distancia entre aquella pandilla callejera y yo; para ellos era otro pez gordo asomándose al vacío desde el balcón… Lo que me recordó a James Farmer** en la tele hoy, contando en Face the Nation cómo mantuvo sus contactos con los comunistas negros, con su papada cimbreante y sus modales de fiolo, para el regocijo condescendiente de George Herman y Daniel Schorr… Y poco más tarde McGarr* recordando
en el Luau de Beverly Hills los tiempos en que Farmer era un radical y cuánto lo alarmaba que se hubiera alejado tanto de la vanguardia… Lo alarmaba, dijo, porque temía que pudiera pasarle lo mismo a él… Lo que nos lleva de vuelta a aquel
déjà-vu mío en el balcón: Humphrey mirando la multitud allá abajo en Grant Park, antes de que se anunciara su candidatura presidencial, cuando aún teníamos opciones… Y entonces vi que los cuatro hippies se subían a un taxi (sí, habían parado a un taxi), así que bajé a comprar otra botella en el King’s Cellar de la esquina donde el empleado miró mi tarjeta Diners y dijo: “¿Usted no es el tipo que hizo aquello con los Hell’s Angels?” Y me sentí redimido… Selah.
* Durante la Convención Demócrata de 1968 en Chicago,
Humphrey (vicepresidente de Lyndon Johnson) desplazó
a Mc Govern como candidato presidencial demócrata para las
elecciones y fue abucheado por miles de jóvenes opositores a
la guerra de Vietnam, reunidos en Grant Park. (N. del T.)
** James Farmer, abogado y militante pacifista, fue uno
de los fundadores del Comité por la Igualdad Racial en 1942
y acompañó a Martin Luther King en su cruzada, hasta que
en 1968 aceptó postularse como senador para los republicanos
y, luego de perder, aceptó el cargo de Subsecretario de
Educación que le ofreció Nixon. (N. del T.)
* Gene McGarr, compañero de aventuras del autor durante
la segunda mitad de los años sesenta. Cuando apareció
el libro de Thompson sobre los Hell’s Angels, solía acompañarlo
a las presentaciones televisivas (era el encargado de llevar
la petaca de ron y las anfetaminas). (N. del T.)
16 de febrero de 1969
De vuelta en Los Ángeles, de vuelta en el Continental Hotel… atosigado de píldoras y sándwiches y Old Crow y una botella de Louis Martini Barbera recién terminada, mirando por el balcón del piso once a una ambulancia policíaca que deja un surco
aullante por el Strip en dirección al Whisky-à-Gogo,donde solía sentarme a la tardecita con Lionel a charlar con las putas de franco… Mientras miraba el panorama desde allá arriba, cuatro hippies en pantalones oxford, dos parejitas, haciendo autoestop hacia Hollywood, me vieron acá arriba y me saludaron con la mano. Yo contesté el saludo y ellos me dedicaron la V de la victoria, y yo se la devolví. Entonces uno de ellos me gritó: “¿Qué estás haciendo allá arriba?”. Y yo contesté: “Estoy escribiendo sobre ustedes, los enfermitos de las calles”. Seguimos así un rato, sin comunicarnos mucho, me sentí como Hubert Humphrey en Grant Park.* Si Humphrey hubiese tenido balcón en aquella suite del piso veinticinco del Hilton, quizá se habría comportado de otra manera. No es lo mismo mirar por una ventana. Asomarse a un balcón es como estar en un trampolín. De todas maneras, me impresionó un poco la distancia entre aquella pandilla callejera y yo; para ellos era otro pez gordo asomándose al vacío desde el balcón… Lo que me recordó a James Farmer** en la tele hoy, contando en Face the Nation cómo mantuvo sus contactos con los comunistas negros, con su papada cimbreante y sus modales de fiolo, para el regocijo condescendiente de George Herman y Daniel Schorr… Y poco más tarde McGarr* recordando
en el Luau de Beverly Hills los tiempos en que Farmer era un radical y cuánto lo alarmaba que se hubiera alejado tanto de la vanguardia… Lo alarmaba, dijo, porque temía que pudiera pasarle lo mismo a él… Lo que nos lleva de vuelta a aquel
déjà-vu mío en el balcón: Humphrey mirando la multitud allá abajo en Grant Park, antes de que se anunciara su candidatura presidencial, cuando aún teníamos opciones… Y entonces vi que los cuatro hippies se subían a un taxi (sí, habían parado a un taxi), así que bajé a comprar otra botella en el King’s Cellar de la esquina donde el empleado miró mi tarjeta Diners y dijo: “¿Usted no es el tipo que hizo aquello con los Hell’s Angels?” Y me sentí redimido… Selah.
* Durante la Convención Demócrata de 1968 en Chicago,
Humphrey (vicepresidente de Lyndon Johnson) desplazó
a Mc Govern como candidato presidencial demócrata para las
elecciones y fue abucheado por miles de jóvenes opositores a
la guerra de Vietnam, reunidos en Grant Park. (N. del T.)
** James Farmer, abogado y militante pacifista, fue uno
de los fundadores del Comité por la Igualdad Racial en 1942
y acompañó a Martin Luther King en su cruzada, hasta que
en 1968 aceptó postularse como senador para los republicanos
y, luego de perder, aceptó el cargo de Subsecretario de
Educación que le ofreció Nixon. (N. del T.)
* Gene McGarr, compañero de aventuras del autor durante
la segunda mitad de los años sesenta. Cuando apareció
el libro de Thompson sobre los Hell’s Angels, solía acompañarlo
a las presentaciones televisivas (era el encargado de llevar
la petaca de ron y las anfetaminas). (N. del T.)
3 comentarios:
Muy interesantes estas letras de "El Mescalito" de Hunter S Thompsom. Me ha impactado. Gracias.
Un abrazo.
Interesante autor. NO lo conocía. gracia Pepe.
Pues me encanta lo que has puesto chico.
Publicar un comentario