A UNA MALA MUJER
Calientapollas y trampantojera
eras alcamosera prevenida.
Hiciste que me diera a la bebida,
que por ti mi alma sangre repartiera.
Eras correveidile, lisonjera,
metódica, vampírica y jodida.
Soñando cielo - recibiendo herida -
mi gozo fue sufrirte, putañera.
Al fin rompí tu yugo farolero,
tu aleve trincherazo venenoso.
Huí del desamor tonadillero
con que tu mentiroso burladero,
delantalero vil y mariposo,
me engatusaba obtuso y chinganero.
***
A UNA DAMA, UNIVERSITARIA Y LATINICULTA
QUE AMARGABA AMOR CON
PEDANTES DEVANEOS
Ya no hay quien te soporte ni te aguante,
altiva majadera doctorada
que erudita disertas a la almohada
mientras sufro deberes de estudiante.
No callas ni siquiera en el instante
en que tiro aburrido mi andanada.
Pues ¡qué clases de lengua para nada
me endilgas semiológica y pedante!
Si al menos el griego me enseñases
y al francés dedicaras tu sapiencia
después de hacer el voto silencioso,
sacara beneficio de tus clases:
no me aburriera con tu docta ciencia
y en idiomas de Amor saliera airoso.
***
® Ricardo Romanos – Sonetos Misóginos
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