Dos personas en una habitación. Una de
ellas hace la maleta.
-
Sabíamos
que tarde o temprano esto tendría que terminar.
-
Sí.
Tú lo tuviste claro desde el principio.
Silencio largo, muy largo. La maleta se
va llenando mientras que el armario y los cajones se vacían. Las dos personas
se mantienen mudas, ocultando sus respectivos dolores. Una
mosca cruza la habitación. No la ven pero escuchan su zumbido. La maleta está llena.
-
Tengo
que irme.
-
¿No
vas a darme un beso?
-
No.
La maleta sale de casa y entra en el
ascensor.
-
Adiós.
-
…
La puerta automática se cierra. Ruido
del motor del ascensor.
®
pepe pereza
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