sábado, 8 de octubre de 2011

LA BÚSQUEDA

- ¿Es ahí?
- No.
- ¿Y ahí?
- Tampoco.
- ¿Por aquí?
- No, no.
- ¿Y aquí?
- Prueba un poco más arriba.
- ¿Aquí?
- Un poquitín más arriba.
- ¿Dices ahí?
- No, baja un poco.
- ¿Aquí?
- Más a la izquierda.
- ¿Ahí?
- No, hacia el otro lado.
- Joder tía, me estoy hartando.
- Sigue, que ya casi lo tienes.
- ¿Estás segura?
- Sí, sí, estás muy cerquita.
- ¿Qué tal ahí?
- Sube un poquito.
- ¿Aquí?
- Un poquito más.
- Joder.
- Por favor, sigue.
- ¿Y ahí?
- Creo que es más abajo.
- Para mí que no existe.
- No digas tonterías. Está probado científicamente.
- Seguro que es un mito, una puta leyenda urbana.
- Yo sé de amigas que lo tienen, así que sigue buscando.
- Misión imposible.
- Si le pusieras un poco de ganas.
- Ya se las pongo, pero no hay manera... ¿Qué tal ahí?
- Desvíate un poco a la izquierda y sube un pelín.
- Me desvío a la izquierda y subo un pelín… ¿Qué tal?
- No, baja más.
- ¿Tal vez aquí?
- No.
- Joder. Me rindo.

Me aparté de tu lado y me encendí un cigarro.

- Ya te lo dije, esto del punto G es un engañabobos.
- Tú, que eres un inútil.

® pepe pereza (del libro “Amores breves”)

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