y nada... otra noche sin dormir. Así llevo unos meses. Aunque no desaprovecho las noches, no... desde que acabé el otro día una movida no consigo que se me calienten las piernas ni los brazos... la postura... lo de siempre, los libros que devoraba tirado sobre un sillón, la postura, la mala postura, la de pasarme sentado frente al ordenata doce, trece, no llevo la cuenta... aunque hace unas semanas, después de veinte horas seguidas fumando y fumando, perdido entre la niebla, cuando conseguí levantarme se me subieron la bolas, lo otro a su bola como siempre, y me vi en el suelo... menos mal que tengo la piltra al lado y pude, como un banderillero al que le da un retortijón y le hace las uñas al toro, o como el sarko berraco que intenta subirse a una cama luis xxx, ya no digo hacer el salto del tigre, y tiene que rapelar, aunque intenta impulsarse haciendo palanca con la minga, más que nada por si encuentra un hueco en donde calmar la ansiedad del momento torero follándose un orificio de ventilación del colchón, enreversao en la materia y empalmao, consultaré con mi psicoanalista, llegar a la piltra con el viejo truco de tirarme de la minga, aprende sarko, y seguir estirando, intentarlo, pues ya no sé si era banderilla o picha toro de lo retorcido y flipado que yacía.
y sí, otra noche sin dormir... leyendo una enciclopedia del mundo de lo oculto, siete tomacos, que pillé por una caña el otro día en el rastro... gustito tú... disfrutando como un enano, no, sarko, ahora no entras... y lo malo de los librillos de doscientos es que no avisan y me quedan dos papeles, joder, sarko, deja dar por culo que esta tierra de conejos desollaos y fumaos necesita ventilar un poco...
pues eso, a lo que voy... que otra noche sin dormir, admirando cómo cae la lluvia sobre la paloma que duerme en paz desde hace una semana en el patio de mi casa que es cementerio particular, no con un tripi como Pepe Pereza en sus Relatos del humo y hachís, pero con la misma sensación de necesitar darle una patada a las sombras y arrugarlas para hacer papiroflexia con ellas al escribir mis memorias a mano bajo la luz... de una vela. Poco nos falta.
sin dormir, sí... pero disfrutando leyendo a Pepe y a Adriana Bañares, cada cual con su estilo, uno rebuscándose en la memoria necesaria, la que sólo se ejerce desde la madura soledad, pues sigo creyendo, así creo que lo hablé alguna vez con David González, que ciertas cosas sólo deben ser escritas con, al menos, diez años de distancia... por cierto, clavao el prólogo que se ha marcao... clavao, sí... a ver si aprendes sarko... de David y de Pepe, por lo menos la elegancia de la soledad... la del libro de David que pedí hace dos meses a una librería de aquí y que llegó la semana pasada y que esperará a que cobre el paro, pues ni pa otra enciclopedia de la birra queda.
la de otra noche más, sí... por ello puede parecer que desbarro y dejo algún cabo suelto... pero Adriana no es un cabo ni creo que le interese saber algo de grados, y menos militares, aunque se me viene a la memoria que en algún sitio vi una foto suya al lado de un avión, no recuerdo el emplazamiento pero habría que saber dónde está ese hangar por si hay que hungar de aquí... aunque no sé a quién expatriar de mí primero: si la primera, la segunda o la tercera persona, y dejo de contar, que ahora invaden mi chota después de tantos casos de posesiones demoniacas como he tenido esta noche por el precio de una cerveza... aunque esto no tenga nada que ver con Adri, que estoy disfrutando de su Involución crítica, simplemente deconstruyo mi insomnio según muere la noche no dormida, y admiro cómo poco a poco vamos encontrando un sitio propio o de los egos, los otros que nos invaden, en un espacio en blanco, donde se nos reconozca al buscarnos en las sombras, no sé si de ojos, aunque considero que cuanto más se odia sobre el papel mejor luce su mirada en primera y sé que en cualquier momento, ha de pillar la quinta o sexta marcha sin fusiones y hacer de su carretera lo suyo, disfrutar al recorrerla.
¿Y sabes una cosa, sarko?
que me alegro de las noches sin dormir, que ya me pasé diez años currándolas en turnos de doce horas y hoy sé que fui feliz con mis fantasmas, dejándolos desbarrar sin importarme el día pues con la luz siempre aparecen los fantasmones de esta mierda de sociedad en la que vivimos... la luz todo lo confunde al pervertir las palabras al fagocitarlas y dejar de ellas sólo la sombra, la de la interpretación interesada.
triste, poseso e insonme
la frustración avanza en estas calles que no se miran a sí mismas...
el problema siempre es del otro
no damos imagen, somos marca
ganado marcado
que se sabe ganado
y unos pelean por la pela
y otros cornean al aire
patean el polvo
piensan como marquesas
al repartir caridad
no solidaridad
...
suenan los clarines
y
la cuestión
es que me la pela
y najo a la piltra que no me queda ni papel ni ganas de interpretarlo.
pero bueno, de sombras vivimos algunos, aunque consideremos que la palabra dada haya que mantenerla, en lo posible, hasta el duelo... el que da el punto y final.
2 comentarios:
Amigo,
Yo tuve un episodio de insomnio que duró todo una novela… AL estilo de la Tellado pero del XXI, por ahí anda dando tumbos como una colchoneta hinchable que nadie quiere –por cierto amigo, al o mejor te viene bien una de esas- pero mira tiene casi 500 pag entre que si me follas o si no te dejo.
Dicen que no está mal… ¿Y qué? Pueden decir misa porque yo dio lo que me place en estos lares que me dejan.
Escelente trabajo, besos amigo,
Ann@ Genovés
paro más en tu queo que en la niebla... no sé, quizá tienes mejor vino por aquí... gracias, Pepe.
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