caminan como perdidos, eso es obvio...
nacieron cobayas, crecieron como rebaño... y necesitan a ese pastor que les abandonó en el puti de la última curva.
no saben de su vacío, pues siempre les han cebado con adormideras... prados amplios para que se jartasen a consumir.
pese a todo, siguen creyéndose únicos, así les adoctrinaron... y sin embargo, prefieren deambular en grupo.
racionalmente saben que les falta algo pero no son capaces de reconocerlo, tendrían que intuirlo... por ello prefieren exterminar la vida... y, si alguna vez algo o alguien les recuerda que sufren porque no tienen arrestos para vivir... se persignan ante su diosRazón y sacan la artillería de las frases que nada dicen... en todo caso que hacen tantas aguas como sus cerebros ratoneras.
No hace falta que parezcan cadáveres aunque lo sean, pues nada en ellos nace ya... ni son originales ni tienen una idea propia... buscan fagocitar las tuyas, su único deseo es que seas como ellos, convertirte en un zombi... que seas su poema mojama, para que no puedan envidiar más ese algo de creatividad que aflora en ti. Lo que te sale del corazón... eso que también les falta. Tenlo en cuenta.
Son duchos en las artes del envoltorio de la sin hueso... pero existe una sutil diferencia entre balar una palabra y que una palabra sea bala... y esto, nunca lo entenderán.
Pese a todo, son dignos discípulos del positivismo científico que nos asola... pues intentarán encasillarte en alguno de su agujeros cerebrales... pues las neuronas amputadas duelen y les duele y mucho lo extirpado de su cerebro... allí donde tú les dueles.
Me lo paso bien con ellos... afortunadamente les conozco desde crío... pues crecí en las barras donde se esparcía el serrín para barrer los esputos... y con ellos, a los zombis.
Aprendí a darles carnaza para que construyesen una teología del serrín sobre mí... Siguen desorientados intentando definir, es su obsesión... Y todavía me cercan... quizá buscando otro esputo mío para lamerlo... Ya se ven los próximos ganadores de los juegos florales con el lema obligatorio: los pelos del ojel del cacique de turno... los cuales harán las veces de plica, una vez bien baboseados...
pues lo que para mí es un esputo, para ellos es maná para rimar...
Aquí os queda, mis queridos zombis...
y aprovechad que estoy acatarrado
...
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