miércoles, 22 de diciembre de 2010

RELATO DE ANA PATRICIA MOYA

LA PUTA
Daniel decidió contratar los servicios de una profesional del sexo en el extrarradio. El buen chaval, en su deseo de burlar la soledad, ahorró un poco de dinero – el precario sueldo de la pizzería no daba para mucho –, llegó con su coche al lugar, y negoció con aquella atractiva extranjera que encontró apoyada en una señal de tráfico. Ella accedió, Daniel condujo hasta el descampado de la parte industrial y allí follaron. Al terminar, Daniel le ofreció un cigarrillo a la mujer, y ella, no aceptó: reclamaba su parte. El muchacho sacó la billetera y pagó lo acordado, le comentó que había sido la primera vez que hacía el amor con una puta, que había disfrutado mucho, pero ella parecía tener prisa: había que atender a más posibles clientes. Al regresar a su casa, Daniel recibió la llamada de un amigo, interesado por la novedosa experiencia, y él le replicó que no se arrepentía de abandonar su ritual de horas inútiles de alcohol y búsqueda de amor en locales de fiesta: le había salido más rentable pagar a la puta que pagar copas, regalar palabras bonitas y demás mariconadas a las niñatas discotequeras que, como mínimo, ofrecían un insulso magreo. Daniel llegó a su conclusión: las auténticas putas no estaban en las esquinas de las calles.

®Ana Patricia Moya

3 comentarios:

Ico dijo...

putas, como mujer comercia con su cuerpo hay pocas, putos...buff diría que casi todos los hombres. Pero estos no están tan denostados ni mal vistos, claro son los que pagan.. cuando se entiende el sexo como comercio es lo que pasa.,,

oliva dijo...

Me ha traido Ico.

Todo tiene su punto de vista: si lo ves desde la perspectiva de Daniel, llega un momento que te cansas de buscar a una compañía para follar alguna vez que otra. Ahora bien, si se trata de entender porqué Daniel no consigue encontrar a alguien para echar un polvo, compartir parte de su tiempo libre y disfrutar estando con esa persona, será porque (entre otros motivos): está algo desesperado y se le huele a un cinco metros? perdón por este comentario algo absurdo. Me gustó esta lectura, de veras.

Un saludo.

Lady . dijo...

Soy una mulata dominicana residente en España que tiene 5 hijos y los mantengo alquilando mi bonito cuerpo enel barrio chino de la ciudad española donde resido y hoy en una mañana gané 250 euros .