Del banquete en casa de Lárico de Siracusa
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Cuando vierte Atis, la sierva de mi amigo Lárico, el vino en mi vaso me
estremezco. Plena confusión. El porte inquietante de la muchacha, su
natural f...
Hace 1 hora
3 comentarios:
jajaja...
qué felicidad...
Me ha hecho ilu y eso que el fútbol me da igual, pero esto es otra cosa, es hitoria.
Te abrazo fuerte.
Muy buena la del pulpo.
Un abrazo.
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