viernes, 5 de marzo de 2010

TRADUCTORES por THORNTON

TRADUCTOR
Tan dificultosa cosa traducir
bien un libro como hacerle
de nuevo.
Garcilaso
Dicen que dijo Borges, que siempre hablamos mal de los traductores y sin embargo todos estamos de acuerdo en que la literatura rusa es admirable.

Sabemos que el oficio de traducir es el más inexacto de cuantos conocemos, especialmente el traductor de poesía. Cómo es posible reescribir lo que el poeta expresó con esa precisión, única, de poeta. Esa precisión que le lleva a tocar y retocar su poema hasta exclamar “¡No la toques ya más, / que así es la rosa!”. Cómo es posible, luego, manosear esa rosa y transformarla en azucena: ¿"Traduttore, traditore" ?
Aceptando que los traductores puedan tener las manos manchadas, hemos de observar que no todos las tendrían igualmente sucias. Dentro del gremio también hay sus categorías. Dios nos libre de aquel traductor mexicano que infirió temerariamente al castellano la novela de Ayn Rand, "Los que vivimos", brindándonos esta perla: “Y entonces Hitler, enfurecido, exclamó: “¡Che, no me vengas con macanas!”... ¡Homérico!
A veces las buenas traducciones se deben más al talento natural del traductor que a su exhaustivo conocimiento del idioma. Tengo un amigo muy aficionado a la música clásica, especialmente a la música de Schubert. Tuvo la feliz y titánica idea de traducir los casi 750 lieder de Schubert. Hombre emprendedor, se hizo con un diccionario y una sintaxis de ese idioma tan raro. Con esas armas tradujo los versos de Gohete, Schiller, Mayrhofer, Rochlitz, Hölty, Stolberg ...
Buscó una editorial de prestigio para su publicación. La editorial Hiperion cayó rendida ante semejante hazaña y los publicó en tres tomos. La crítica fue unánime: "Espléndida".
PUBLICADO POR THORNTON
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1 comentario:

CARLA BADILLO CORONADO dijo...

Gracias por compartir este texto, me cae como anillo al dedo ahora mismo. ya te contaré por qué. Saludos a joanki, y a N.

muack
C.